Quentin Tarantino fue bastante ingenioso en redactar un relato situado dos años antes de la Guerra Civil. Curiosamente podría referírsele como una precuela no oficial a Lincoln. Los protagonistas son fenomenales mientras los villanos son una escoria justificable. Los duelos coinciden a su época del mismo modo que las ideologías, costumbres y el racismo. Nada parece estar fuera de lugar y por ello se aprecia la inversión artística, cinematográfica e histórica.
Con una duración de 160 minutos, obviamente uno tendrá que hacerse la idea de mostrarse perseverante porque cada minuto lo vale. A diferencia de otras producciones, siento que Django no requiere de ningún corte o resumen de escenas. El equipo de edición manejó adecuadamente el drama ya que cada uno de los diálogos se desenvuelve satisfactoriamente en sus ángulos selectos. La edición de sonido complementa estas situaciones y le suma realismo a la atmosfera tétrica.

El logotipo original del estudio, los títulos en rojo y la composición musical promueven la vieja escuela de filmación. Por tanto el director Tarantino hizo una gran labor al reciclarlos y contagiarlos con una pizca de modernidad. Indudablemente mejoró su capacidad de coordinación actoral porque su elenco simplemente se destaca como el punto esencial. Se mantuvo fiel a las secuencias sangrientas e inusualmente nos sorprendió con una gran cantidad de diversión sarcástica.
Cinematográficamente hablando la colocó por encima de Temple de Acero por emplear ubicaciones más atractivas, duelos más innovadores y negociaciones creativamente hilarantes. Asimismo se inyecta un poco de moda al género y la elegancia se vuelve un tópico novedoso de verse por su desconocimiento. Además de emplear a un protagonista de color acompañando a un hombre extranjero en lugar de los estereotipados hombres blancos, altos, sucios, robustos y machos.
Obviamente la controversia la rodea con la exageración de datos no acertados, la falta de respeto hacia las personas de color, el común denominador de que los blancos son del diablo y la extrema violencia. No obstante, es decisión de cada personal de verla y decidir que pensar al respectar. Por mi cuenta la consideró filmación de alta calidad y contagio mental. Inevitablemente uno se apega al dúo estelar, se preocupa y trata de imaginar que todo saldrá bien. Afortunadamente las cosas no son lo que parecen y simplemente lo impredecible no existe.
VIDEO : Trailer Django Unchained
Dentro del departamento actoral, Jamie Foxx se destaca establemente como Django Freeman. El detalle radica en su seriedad puesto que a diferencia del resto, es quien pasa por una evolución de esclavo a caza-recompensas, cuestionándose en el proceso el concepto de ser un hombre libre. Se muestra la confusión pero de igual forma no se explora la esclavitud en su profundidad por concentrarse en el objetivo de la historia: encontrar y rescatar a su mujer.