Posteriormente de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Los Ángeles está siendo dominada por el mafioso Mickey Cohen, un retirado boxeador quien ha logrado posicionarse como la figura más poderosa del mundo criminal. Intocable por la corrupción policiaca y temido por su brutalidad, Cohen tiene fijo la expansión de su imperio hasta que el Comisario Parker decide contratar al Sargento OMara para que le haga guerra y en su proceso, desmantelé estas operaciones ilegales.
Interesantemente, Ruben Fleischer es reconocido por su sarcástica dirección en Tierra de Zombies. Seguramente nadie anticipaba que contará con la habilidad de dirigir una obra de carácter personal. La comedia está presente mediante diálogos satíricos más la atmosfera de suspenso en las secuencias sangrientas son naturalmente explosivas. Algunos criticaron este estilo brutal, pero ¿cuándo se ha descrito una guerra con belleza?
Desde ese enfoque, Fleischer se acercó a Los Intocables tocando la política de ese contexto, filtrando el interés humano, añadiendo la temática del bien con el mal y creando ese gancho sentimental con los protagonistas. Aunque se haya excedido en el contenido belicoso, todo se desenvuelve en una batalla emocionalmente épica.
El guion de Will Beall carece del desarrollo de los personajes porque solamente llegamos a conocer al personaje principal y su antagonista. En cuanto al resto sólo recibimos algunas referencias de su pasado a través de los intercambios de palabras entre ellos. Me hubiera gustado saber un poco más, pero me conformó con tener establecidos sus objetivos. Generalmente es una buena historia de acción debido a la aplicación de la fórmula básica.