La precuela no oficial a la obra clásica de El Maravilloso Mundo de Oz de 1939 resultó ser un relato creativamente pausado, romántico, divertido y nostálgico. No será la gran obra maestra anticipada más creo que Walt Disney tiene en sus manos otra posible franquicia. El estudio no tomará en cuenta la versión clásica pero el director añadió muchas referencias de las cuales entusiasmaran a los seguidores de esta mitología.
La introducción del personaje de Oscar Diggs es quizás caracterizada de inmediato. Hubiera preferido algo más simple para irlo conociendo conforme se adentraba al mundo de Oz. De igual forma, una especie de antecedente en el pasado justificaría la profecía y le daría otro sentido trascendental. En sí, la historia es entretenida y pese a estar enfocada más a la audiencia infantil, cualquier joven o adulto puede disfrutarla por su reparto multifacético.
Existen varios giros sorpresivos como también escenas agotantes por el melodrama. Me extraña esta sensación ya que Sam Raimi tiende a realizar películas con buen ritmo. Mi única respuesta sería su soporte en el modelo del Hombre Araña 2. No obstante, Raimi se destaca por una dirección limpia, exacta y respetuosa al material existente.
En los últimos años, James Franco ha estado creciendo fuertemente en esta industria y finalmente adopta uno de sus mejores papeles. Se habrá consolidado en 127 Horas pero al haber interpretado al Poderoso Oz nos demostró que este joven es capaz de ingresar a un proceso de transición personal. No cualquiera puede cambiar de antihéroe a héroe y Franco lo hace irresistiblemente que el espectador llega a sentir la conexión, especialmente en el clímax.
VIDEO : Las brujas de Oz
Lo mismo va para Mila Kunis a quien presumo que nunca antes se había visto tan hermosa como la bruja Theodora. Inocente como internamente desquiciada, pero con el corazón repleto de ignorancia. Nunca esperas un cambio drástico en su identidad pero cuando se da, se convierte en la joya de esta adaptación por vincularnos con El Maravilloso Mundo de Oz.
Posteriormente de haber desaparecido del radar, Rachel Weisz ha regresado al género de la fantasía de un modo estable. El personaje de Evanora no requiere tanto esfuerzo por su naturaleza común de villanía. Sin embargo, Weisz le da clase, elegancia, dicción y supremacía. Nos persuade con su gentileza y nos engancha por sus maniobras manipulativas.
Interesantemente Michelle Williams actúa bastante similar a Anne Hathaway como la Bruja Blanca en Alicia en el País de las Maravillas. No es de extrañarse que ambas usen atuendos de color blanco, un sinónimo claro de pureza. Aun así Glinda se define como una figura encantadora y de corazón noble. Williams nunca llega a resaltar como las otras mas hace buena compañía con Franco.
