Resulta que este Crooked Man pudo haber tenido una imagen completamente diferente a la que vimos en la película. Como un dato curioso que quizá muchos no crean, este personaje infernal no fue hecho con CGI, de acuerdo a lo que dice Bloody Disgusting, la criatura fue traída a la vida por Javier Botet, un actor español que sufre del síndrome de Marfán, un desorden genético que se caracteriza por dar estaturas muy altas a las personas, así como dedos larguísimos.
De hecho, su primera aparición fue justamente en la película española de REC, cuando tomó el papel de "La niña Medeiros".

[p]Posteriormente consiguió otros trabajos en películas como Mama, El Conjuro 2, Crimson Peak y The Other Side of the Door. Claro, todos estos personajes fueron mejorados un poco con ayuda de la "magia del cine", pero no fueron hechos 100% por computadora como muchos creímos en un principio.







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