La alfombra roja siempre es uno de los elementos más importantes en cualquier noche de premios y la entrega de Emmys no fue la excepción.
Existen vestidos que amamos a primera vista, algunos que no podemos decidir si nos gustan o no y existen looks que simplemente no entendemos cuál era la intención de usarlos. Esta ves el reto no era simplemente sobresalir en los reflectores sino lucir la mejor sonrisa a pesar de las altas temperaturas. Hubo quienes incluso tenían consigo pequeños abanicos para poder soportar el calor y el presentador Mario López quiso tomarlo con carisma por lo de decidió mostrar su camisa mojada de sudor a las cámaras.

Muchos artistas entienden que menos es más y deciden llevar colores lisos con pequeños accesorios o elementos que hagan resaltar su look. Tal fue el caso de Jamie Lee Curtis quien llevaba un vestido negro que resalta su figura, acompañado de un brazalete lleno de brillos y luciendo siempre su melena corta.

El elenco de la serie original de Orange is the New Black, parece haberse puesto de acuerdo ya que la mayoría presentaba looks de colores sólidos. Quien destacó por la elección no solo de la silueta del vestido sino por el color, fue Samira Wiley. El brillante amarillo combinaba con su sonrisa y no necesitó de mayores aditamentos para entrar a la lista de mejores vestidas.

Por otra parte, Lady Gaga siempre nos tiene a la expectativa por lo creativas que suelen ser sus elecciones. En esta ocasión aunque nada era exagerado, un detalle a la altura de su pierna izquierda fue lo que hizo diferente el vestido negro que portó la cantante, luciendo espectacular.

Pasando a los estilos que no logramos definir si amamos o detestamos, empezamos con Christina Hendricks. A pesar de que su personaje principal se caracteriza por tener un buen gusto, esta vez existen opiniones divididas sobre el vestido negro que portaba. Aunque la silueta acentuaba las curvas de su cuerpo, las tachuelas son demasiado.

El sentimiento es parecido con Sofia Vergara quien regularmente utiliza mucho brillo y no es que eso nos moleste. Este vestido pudo haber sido mejor con un corte diferente y no es que sea feo pero queremos ver a Sofia con algo diferente.

Otro vestido que nos provoca confusión fue el de Laverne Cox que sin duda conoce cuáles colores resaltan su tono de piel. El problema fue la parte de atrás que está llena de cortes, no llega a ser vulgar pero muchos estarán de acuerdo en que no son necesarios. El clásico corte en triángulo de las piernas pudo haber sido suficiente.

Es cierto que el mundo de la moda tiene muchos puntos de vista pero nos sigue sorprendiendo que Heidi Klum no termine de entender la diferencia entre innovar y exagerar. Son demasiados elementos para un solo vestido y además están cargados hacia un lado. Otro punto que no la favorece es el color que no es un amarillo pastel pero tampoco brillante.

Hablando de cosas brillantes, hay una línea delgada entre usar lentejuela y abusar de ella. Jaimie Alexander afortunadamente eligió un peinado sencillo y en tendencia pero eso no la salva del vestido abrumador que de haber elegido un solo color pudo haber resultado. La saturación de colores acompañada de las líneas simplemente no le favorecieron.

Por último, Nazanin Boniadi quiso experimentar las transparencias. Es cierto que muchos diseños asimétricos terminan siendo hermosos vestidos pero en esta ocasión no fue así. El vestido parece quedarle grande y aunque el blanco siempre está de moda, esta vez parece un buen intento sin terminar.

Via The Guardian , Daily Mail y Ney York Times
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