NUEVA YORK. Los estadunidenses son bien conocidos por tener problemas para conciliar el sueño y por incrementar la riqueza de empresas que venden fármacos para combatir el insomnio, por lo que no debería ser sorpresa saber que existe una sociedad académica que se dedica a investigar los desórdenes relacionados con el sueño.

SLEEP dio a conocer los resultados de una investigación que revela la relación entre el munchies y la falta de descanso.

Un grupo de 14 sujetos sanos fueron sometidos al escrutinio de su tendencia al munchies: todos siguieron una dieta regular de dos comidas que incluyó pequeñas raciones de botanas y postres durante una semana; las primeras cuatro noches una parte de ellos durmió una jornada adecuada de horas e intercambiaron su condición con los que habían dormido de manera insuficiente, durante las cuatro noches siguientes.

¿Los resultados? Cuando dejaron de dormir bien, las personas comieron de manera descontrolada los antojitos que tenían limitados (papitas, helado, chocolates y alimentos con alto contenido en grasas y proteínas), duplicando las cantidades de calorías necesarias.

La investigación determinó que el sistema cerebral involucrado en provocar el impulso por comer es el endocanabinoide (denominado así por los efectos que tiene en él la mariguana).

Dicho sistema coordina la inmunidad, los niveles de estrés y dolor y está relacionado con la producción de adrenalina posterior al ejercicio.

El hallazgo es considerado nodal para ayudar a las personas a controlar los consumos innecesarios de comida; los investigadores hacen un adelanto predecible: dormir es la solución más sencilla.

La cantidad mínima de sueño recomendada para adultos es de siete horas. Otros estudios hechos en Estados Unidos sugieren que la reducción voluntaria de horas destinadas a dormir es de menos de 6 horas y corresponde a una tercera parte de la población.

Con información de New York Times

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