San Diego

El impacto de SeaWorld y Blackfish en San Diego

El punto de vista de una nativa de San Diego

El siguiente artículo expresa el punto de vista de su autor y no representa la opinión de San Diego Red como medio.

Como toda nativa de esta región de San Diego/ Tijuana, uno de los lugares donde más disfruté de mi niñez fue en el parque acuático SeaWorld.

Para San Diego, SeaWorld no era fuente de controversia, era un lugar mágico, y al alcance de miles y miles de niños y adultos, asombrados por todo los espectáculos que tenía que ofrecer. No había verano que no visitaba el parque temático. Desde los enormes acuarios, al show de focas, delfines y por supuesto, el espectáculo más increíble de todos, el de las orcas.

Mi mejor recuerdo era sentarme en las sillas al frente del teatro al aire libre para que Shamu me empapara de agua tras un salto espectacular. Soñaba con meterme a nadar con esos animales, como lo hacían sus entrenadores. Parecía fácil y nada peligroso, y Shamu se veía feliz.

Era fuente de orgullo para los sandieguinos.

Sin embargo, ese orgullo fue reemplazado rápidamente por una ola de indignación tras la divulgación en el 2013 del documental Blackfish que acusaba a SeaWorld de maltratar a orcas en cautiverio.

El documental dio inicio a un discurso apasionado entre miles de personas a nivel internacional. Este jueves, esa indignación se manifestó en un anuncio muy importante por parte de la empresa: La eliminación de su controvertido programa de cría de orcas.

La decisión quiere decir que los animales que se encuentran actualmente en los parques serán la "generación final."

Activistas de derechos de animales han exigido la liberación de estas orcas, también conocidas como "ballenas asesinas," sin embargo, la empresa ha dicho que probablemente morirían si eran regresadas a su hábitat natural.

"Mientras vivan, las orcas de SeaWorld estarán en nuestros parques," aseguró la empresa en un editorial publicado en el periódico Los Angeles Times.

Foto: K.C. Alfred / San Diego Union-Tribune

Además la empresa también confirmó que terminaría el show teatral de orcas en el 2017 en San Diego, y en San Antonio y Orlando hasta el 2019.

Aunque me considero una persona que ama a los animales, y no me gusta verlos sufrir, tengo sentimientos encontrados con respecto a esta decisión de SeaWorld.

Y es que existen preguntas morales y económicas que específicamente afectan a nuestra región.

El papel de SeaWorld en el desarrollo del turismo es fundamental para San Diego.

A pesar de tener más de cinco décadas operando en la ciudad, SeaWorld no es dueño del terreno en donde se encuentra el parque. Ellos pagan una renta a la ciudad, un acuerdo que no se traduce en una cantidad en específico al mes. San Diego cobra un porcentaje de sus ingresos. Entonces entre más turistas visitan SeaWorld, más dinero gana la ciudad.

En el 2013, el año que salió Blackfish, nuestro SeaWorld atrajo unos 4.6 millones de visitantes y llegó a emplear a hasta 4,500 personas en temporada alta. Además pagó $14 millones en renta a la ciudad. Es un impacto económico enorme para nuestra región.

De acuerdo a estadísticas de la compañía, SeaWorld ha empleado a más de 93,000 residentes de San Diego, lo que significa que la empresa es una de las fuentes más grandes de empleos en la región.

A pesar de describir el filme como impreciso y lanzar una campaña multimillonaria de marketing para reconstruir su reputación, tras la difusión de Blackfish, el número de visitantes a los parques principales de la empresa ha caído y el precio de sus acciones cortados a la mitad de antes.

La organización pro animales, Humane Society of the United States, trabajó con SeaWorld en sus nuevas políticas.

"El anuncio señala que la era de exhibir a las orcas terminará y que ahora SeaWorld intensificará su trabajo en rescatar y rehabilitar a los mamíferos marinos en crisis y se unirá con nosotros para atacar la amenaza global en contra de las criaturas marinas," dijo Wayne Pacelle el presidente del Humane Society en una conferencia de prensa.

Espero que estos cambios si sean de beneficio para las orcas, para el resto de los animales en SeaWorld y también para nuestra ciudad. No hay que olvidar que SeaWorld forma parte de nuestra identidad como sandieguinos y que parte de la magia de vivir en esta hermosa ciudad es la cercanía de un parque temático tan importante.

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