TAIWAN. Miembros de organizaciones sociales que defienden causas pero que poco hacen en realidad, causaron que la veterinaria de 31 años Jian Zhicheng decidiera sacrificar al último perro de su vida.
Después de dedicar años de estudio y cuidados a animales, la ex directora del Centro de Educación y Protección Animal Xinwu comenzó a ser el blanco de mensajes intimidatorios por declarar que en el refugio donde atendía alrededor de 600 perros y gatos había recurrido al sacrificio de unos 700 animales durante dos años de operación, mientras llamaba a la audiencia de un programa televisivo a adoptar animales en lugar de comprarlos.
La llamada "carnicera" aplicó eutanasia al último grupo de animales que no podían ser albergados antes de inyectarse la droga y quedar inconsciente. Horas después murió en el hospital. Una carta que dejó a su familia expresaba la crisis emocional que le habían causado los ataques por sacrificar a animales que ya no podía mantener o se encontraban en estado crítico de salud.
VíaDaily Mail
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