Habrá que advertir desde el principio que los detractores del comediante Omar Chaparro y la actriz Martha Higareda no encontrarán en esta cinta motivo alguno para cambiar de opinión, pero quienes gusten de su estilo de comedia, encontraran en No manches Frida una película que los hará pasar un rato lleno de humor blando e inofensivo.

Y es que ambos intérpretes se encuentran cómodamente instalados en los mismos papeles, la adorablemente atolondrada ingenua y el rudo de buen corazón. Entonces, el truco no está en que ambos actúen adecuadamente sus papeles, sino en encontrar papeles que se acoplen a su personalidad para poder explotar al máximo lo que la mayor parte del público busca de ellos.

Afortunadamente No manches Frida cae exactamente dentro de ese perfil; en la cinta se narran las peripecias de un asaltante Zeki Alcántara (Omar Chaparro), quien sale de prisión decidido a recuperar un dinero enterrado en un lote baldío. Sin embargo, en el sitio han levantado el gimnasio de una escuela llamada Frida Khalo, por lo que Zeki arma un plan para infiltrarse como maestro sustituto. De ese modo conoce a la profesora Lucy (Martha Higareda), lo que desatara muchas enredos y situaciones fuera de lo común sobre todo cuando Zecki se tiene que hacer cargo del grupo de alumnos más agresivos de dicha escuela. No obstante, esto dará pie a una relación de aprendizaje entre todos los personajes.

Como nos podemos dar cuenta la película es una mezcla entre Blue Streak y School Of Rock (vaya que si hemos visto esa trama explotada en tiempos recientes) y el viejo concepto de "pez fuera del agua", donde la gracia consiste en ver como el rudo criminal se las arregla para adaptarse al difícil mundo de la escuela secundaria.

Sin embargo, y a pesar de mi evidente amargura, debo aceptar que reí en repetidas ocasiones a chistes tan obvios y predecibles que cualquiera que haya visto el par de películas antes mencionadas podría anticipar. De hecho, algunas escenas están directamente tomadas de School of Rock, tan particulares como cuando el maestro holgazán le quita la comida a un grupo de dóciles alumnos, al mismo tiempo que les pone ridículos apodos ¿Homenaje o simple plagio obligado por falta de imaginación? Quiero dar a los creadores el beneficio de la duda, así que me inclino por lo primero.

Rodeando a Higareda y Chaparro tenemos a buenos actores como Fernanda Castillo quien hace de una divertida e imprudente maestra que se preocupa más por su imagen que por enseñarle algo a sus alumnos, la genial Mónica Dione como la locuaz directora del instituto, Adal Ramones como un mojigato maestro de actuación y Raquel Garza como una maestra con tendencias suicidas; desafortunadamente la tarea de estas lumbreras se reduce a propiciar las situaciones que hacen lucir tanto a Higareda y Chaparro con sus pícaras y traviesas (y para algunos, irritante) actitud.

Pero finalmente No manches Frida es tan inocua y amable que contagia su bobería, facilitando la risa gracias a (o a pesar de) los trillados personajes y los cansados chistes. No es una comedia sofisticada, pero tampoco cae en la vulgaridad, sólo trata de divertir sin profundizar mucho. Recomendable para fans de Martha Higareda y Omar Chaparro.

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Cuauhtémoc Ruelas es crítico de cine y conductor desde hace 8 años para distintos medios de comunicación en la ciudad de Tijuana. Con un diplomado en periodismo cultural, es fanático del cine nacional, drama y cine de acción. Puedes seguirlo a través de @esquinadelcine y su canal de video a través de Telenú.