Hay cosas que no "huelen" bien en la administración del Dr. Jorge Astiazarán y una de ellas es la Licitación Pública Nacional Nº SITT-LP-001-16 para la contratación de los servicios de recaudo de la tarifa y gestión de flota del subsistema 1 "Corredor Puerta México – el Florido" del transporte público masivo del Municipio de Tijuana, B.C., para la cual el Comité de Adquisiciones del Organismo Municipal para la Operación del Sistema de Transporte Masivo Urbano de pasajeros de Tijuana convocó a participar a personas morales para el otorgamiento de un contrato por el término de 30 años para el diseño, implementación, operación y mantenimiento de los servicios tecnológicos en el servicio público de transporte del Subsistema 1, mediante el uso e implementación de una tarjeta inteligente sin contacto (TISC) y dinero en efectivo.

Decimos que algo no "huele" bien porque no obstante la complejidad de la materia que se licita, se dieron escasos cuatro días, a partir del último día de venta de bases, para la presentación y apertura de propuestas, y sólo 24 horas para la emisión de fallo, sí, 24 horas para el análisis técnico y económico de las propuestas para el otorgamiento de un contrato por 30 años.

Uno de los licitantes solicitó al Comité de Adquisiciones mover la fecha de entrega del 17 de agosto a dos semanas más para la presentación de propuestas, y ampliar la evaluación de las propuestas por lo menos una semana, pues un día se considera poco tiempo para llegar a la mejor opción, en caso de que solicitud fuera denegada solicitó al Comité de Adquisiciones aclarar el impacto socioeconómico y el costo beneficio de esperar o no el tiempo señalado.

En efecto, la solicitudes fueron denegadas y las aclaraciones obviadas.

Otra de las irregularidades que rodean al SITT es la adquisición de los 969 semáforos −entre vehiculares y peatonales−, instalados en la calles Coahuila, Revolución, 9na y 10ma de la Zona Centro, como parte del Sistema Integral de Movilidad, mismos que tuvieron un costo de 103'927,149.21 millones de pesos, y fueron adquiridos a la empresa Semáforos Mexicanos (Semex), considerada una de las empresas más corruptas del país, por los cuestionados mecanismos con que se adjudica contratos municipales y estatales. ¿Realmente eran necesarios 969 semáforos?, ¿están siendo correctamente distribuidos?, ¿la configuración de semáforos por poste es la indicada? ¿Era realmente necesario montar hasta tres semáforos en ménsula larga? En fin… juzgue usted mismo.

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