A esta pequeña niña de cinco años, originaria de Londres, le salió caro ser emprendedora, ya que por vender limonada en la calle, el gobierno la multó por una de las razones más ridículas que se le puede multar a una niña, por "comercializar sin licencia".

150 libras, un aproximado de casi tres mil pesos mexicanos fue lo que el padre de la niña tuvo que pagar ante la penosa situación cuando varios agentes de la policía se hicieron presentes en su hogar para hacerle saber de la multa.

La niña había aprovechado que cerca de su casa se llevaba a cabo un festival de música, lo cual pensó atraería más clientes a su pequeño negocio de bebidas a base de limón.

Media hora le tardó a los agentes llegar a la casa de la pequeña después de haber instalado su negocio. La felicidad que sentía por su primer salario se convirtió en tristeza cuando se enteró de la represalia de las autoridades.

Y aunque las autoridades realmente hicieron su trabajo, reconocen que les faltó "sentido común" para manejar esta peculiar situación.

Después de esta situación el padre de la niña la cuestionó sobre su destino en el mundo de los negocios, diciéndole que podrían comprar los permisos requeridos para que ella pudiera continuar con la venta de limonada, pero ella respondió que "No, le daba miedo".

¿Qué te pareció el actuar de las autoridades de aquél país?

Vía El País.

No se te olvide leer más noticias en SanDiegoRed.com, así como también seguirnos en nuestras páginas deFacebook y Twitter.