Según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD), la enfermedad hepática crónica o cirrosis parece ser promovida cuando se toman reductores de acidez estomacal, conocidos como inhibidores de la bomba de protones.

Los fármacos, incluyendo los más vendidos como Prilosec, Nexium y Prevacid, cambian la mezcla de microbios intestinales, lo que conduce al crecimiento excesivo de una bacteria que causa la inflamación del hígado y la muerte de la célula.

El estudio fue publicado en Nature Communications, y fue aplicado en ratones y voluntarios humanos sanos. Bernd Schnabl, M.D., fue el autor principal del estudio, mientras que Cristina Llorente, también de la UCSD, fue la primera autora.

Los inhibidores de la bomba de protones son la clase más efectiva de reductores de ácido, utilizados para condiciones como el reflujo. A diferencia de los antiácidos como los Tums que neutralizan el ácido, los reductores de ácido son ampliamente recetados o comprados sin receta, por lo que un 10% estimado de la población general los toma.

Según un estudio publicado en julio en 2015, quienes toman estos fármacos tienen una tasa más alta de ataques al corazón.

Mientras tanto, varias enfermedades hepáticas, causadas por el abuso del alcohol y otros factores, han aumentado en gran cantidad debido a esto.

Se estima que alrededor de 75 a 100 millones de estadounidenses tienen enfermedad hepática grasa o cirrosis no alcohólica, caracterizada por excesivos depósitos de grasa en el hígado, la cual puede no producir síntomas, pero en alrededor del 25% de los casos, puede progresar a enfermedades más graves.

Vía SDUT

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