Con la evolución de cine, las películas mudas han quedado rezagadas y tienen ese estigma de ser aburridas, porque, aunque no les falte imaginación, les falta diálogo para conectarse con el público actual. Pero ese no fue el caso de la proyección de la película Nosferatu en el Centro Estatal de Artes en Tijuana.

Con el fin de no asistir sola, llevé a mi mamá, la persona más cercana a mi que consume solo cine de Hollywood y amante de las películas románticas donde puedes predecir lo que pasará pero lo que admiro de ella es que siempre está nueva a probar nuevas cosas y esta vez no fue la excepción.

La musicalización en vivo a cargo de nos dejó como los personajes de la película: mudas. El piano fue el toque perfecto para situarnos en el ambiente correcto y transportarnos a esa época antigua.

No se ilusionen, el maestro Iván Velázquez de León, encargado de ejecutar la adaptación musical en el piano, no iba disfrazado de vampiro como el gif anterior.

En lo personal, yo iba con una idea de que no iba a ser una circunstancia extraordinaria, pero esta proyección me cambió el panorama. Definitivamente la volvería a ver.

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