Nacemos en un país que tiene una cultura y forma de vivir específica, así como un catalogo de alimentos disponibles que está restringido por las cosas que la tierra donde vivimos es capaz de proveernos.

Y en cada nación y zona del mundo son distintos los alimentos que las personas consumen.

Así que no es que existan alimentos asquerosos, sino que simplemente aquellos que no estamos acostumbrados a comer.

O al menos eso es lo que pretende probar el Museo de Comida Asquerosa de Suiza que estará abierto hasta el 27 de enero de 2019.

Y no es que después cierre, si no que lo más probable es que se mude a otros países porque más que un museo se trata de una exhibición ideada por Samuel West.

“El asco es siempre subjetivo. Depende de con qué se ha crecido. Es como si nos hubieran adoctrinado”. Comentó Andreas Ahrens, director de la exhibición a AFP.

En el museo las personas que lo visitan no solo pueden observar los diferentes alimentos que están en exhibición, sino que también pueden tocarlos (y quizás, probarlos). Y como no es fácil comer cosas a las que no estamos acostumbrados, la entrada viene con una bolsa para vomitar.

Dentro de los alimentos que hay en la exhibición se encuentran quesos de Borgoña, langosta, caracoles, gominas, cabezas de conejo, jugo de ojo de cabra, vino de rata, pene de toro y varios otros productos de todas partes del mundo.

Todos lucen bastante asquerosos:

Via: Upsocl