Los primeros migrantes de la Tercera Caravana Centroamericana llegaron a Tijuana para buscar establecerse en la ciudad o cruzar a Estados Unidos a través del asilo humanitario.

Fueron 33 personas, entre ellas 13 menores de edad acompañados, las que se adelantaron a sus compatriotas que están en Coahuila, Sonora y Nuevo León, entre otras entidades que están pegadas a la Unión Americana.

En Tijuana fueron recibidos en el Desayunador Salesiano Padre Chava, en donde les proporcionaron alimentos calientes. Ahí se les daría espacios para algunos hombres, pero no lo aceptaron para no alejarse de sus esposas e hijos.

Por ello, salieron del lugar hacia la avenida Revolución y apoyados de un directorio de otros albergues buscaron espacios para pasar los próximos días.

“Nos dijeron que en Piedras Negras estaba cerrada la frontera, las autoridades nos dijeron que agarráramos hacia cualquier frontera, pero no nos dijeron a cuál”, respondió Gabriela, quien junto a su esposo y cuatro niños salió de Honduras el 16 de enero.

Este grupo de migrantes cuenta con su tarjeta humanitaria, lo que les da derecho a permanecer durante un año en el territorio mexicano, contar un empleo y acceder a los servicios de educación, salud, entre otros.

Por su parte, David ‘N’, de Honduras, aseguró que él y sus compatriotas están dispuestos a esperar los meses que sean necesarios antes de ingresar a la Unión Americana; mientras llevarán una vida tranquila en Tijuana para evitar que sean juzgados o comparados con el pasado éxodo centroamericano.

De acuerdo a los activistas en Tijuana no hay espacios en los albergues para recibir a más migrantes de la tercera caravana centroamericana, pues actualmente están a su máxima capacidad atendiendo a las migrantes de la caravana del año pasado, además de los migrantes connacionales y extranjeros.

José María García Lara, director del albergue Movimiento Juventud 2000, expuso que actualmente 140 personas se encuentran en ese espacio; y 70 en el Hotel Migrante.

Vía Frontera