Luis Donaldo, México quiere volver a hablar contigo

Hace 25 años tuvo lugar una acontecimiento que sería coyuntural a la historia del México Contemporáneo: el asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en la colonia popular “Lomas Taurinas” de esta ciudad, Tijuana.

México vivía el auge del neoliberalismo con Carlos Salinas de Gortari. Fue su gobierno el que abrió de par en par la puerta a la privatización del país, creando esos nuevos ricos que hoy han servido de contrapeso para procurar mantener el rumbo del país en el de la desigualdad económica y social.

El salinato (1988-1994) creó la ilusión que la República ingresaba al primer mundo. Llegaron para quedarse las multinacionales y franquicias comerciales que han enfermado al consumidor más que beneficiar sus bolsillos.

El tipo de cambio estuvo a niveles de $3,000 mn x $1 USD. Al iniciar el sexenio de Ernesto Zedillo se decidió devaluar, pero se hizo mal. Se cometió el famoso “error de diciembre” que situó el dólar en $1 USD x $7,500 mn. Las finanzas entraron en pánico.

Estados Unidos ya había celebrado el Tratado de Libre Comercio con México (pero cerrado la frontera con el Operativo Guardián). A pesar de los paquetes de rescate, la caída no pudo ser detenida.

El gobierno de Zedillo tuvo que crear el nuevo peso (N$) para poder hacer las cifras de las finanzas “manejables” dijo en mensaje a la nación. De golpe se le quitaron tres ceros al tipo de cambio. El dólar hoy tiene un precio real de $18,000 mn, no de $18. Es una ilusión creada por la decisión del Dr. Zedillo. La economía está más golpeada de lo que creemos.

Luis Donaldo Colosio representó la ruptura del proceso neoliberal. Sí, fué el candidato elegido por Carlos Salinas para sucederle, pero Luis Donaldo pronto pintó su raya. Él era un justicialista y progresista. Un incluyente. Más valía atender la necesidad social, de las mayorías, que las de los empresarios.

Veía un México con hambre de justicia. Un país que no podía esperar a que le cumplieran la justicia social largamente postergada por la misma Revolución Institucional a la que él, por su partido, pertenecía.

VÍDEO: discurso de Luis Donaldo Colosio en el Monumento a la Revolución.

La ámpula que levantó la decisión que tomó con ese discurso, distanciarse del proyecto de nación de su propio padrino, tuvo la consecuencia más terrible. Su muerte. Así, la transformación de México fue postergada durante 25 años más.

Por esto, Colosio no es una moda para los luchadores sociales de verdad. Es botín político sólo para aquellos que buscan deslumbrar, pero la historia y los actos de cada uno son los que hacen la diferencia.

A Colosio lo mataron, a Andrés Manuel lo criticaron y le robaron la candidatura dos veces antes de ganarla abrumadoramente. Baja California tiene un escenario, hoy, interesante por colocarse al centro de una discusión similar a la de 1994.

Es el bastión de la democracia de la alternancia. Hoy, se pelean las candidaturas representantes populares contra los de la cúpula empresarial.

Jaime Martínez Veloz publicó en sus redes un diálogo con Colosio que imaginó desde su memoria. Aquí, íntegro:

Colosio fue quien lo convenció de afiliarse al PRI en su natal Coahuila. A pesar de sus dudas por que el régimen representaba, el pensamiento fue el de impulsar un cambio desde adentro para incidir en favor de las causas sociales.

Le hizo ver la necesidad de rebasar las movilizaciones y discursos y de convertir el activismo en acciones concretas e institucionales. Combatir el fuego desde su interior y punto de origen, no con manguerazos desde fuera.

Esto eventualmente lo trajo a Baja California, con el proyecto de Reacondicionamiento de Vivienda Popular y al frente del Programa Solidaridad. Desde entonces lleva 14 años viendo por los intereses de las clases populares. La historia y acciones son las que hablan del personaje, no su discurso.

editorial@sandiegored.com

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