Ayer jueves 6 de junio, en la rueda de prensa matutina que diariamente ofrece el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los periodistas le urgían a presentar el "quién es quién" de la justicia mexicana.

Esto, para que el público sepa de los actos de corrupción -u honestidad en su caso- de aquellos encargados de interpretar las leyes a sus máximos niveles y procurar brindar justicia.

Los reporteros que le señalaban esto a AMLO hacían alusión, por supuesto, a los casos de Lozoya y Medina Mora. A estos hay que sumar otro que esta semana empieza a difundirse: el de José Miguel Trujillo Salceda.

Trujillo fue Juez adscrito al Tercer Tribunal Unitario del Decimoquinto Circuito con residencia en Tijuana. Por eso los medios locales lo etiquetan como tijuanense. Sin emabrgo, esto es lo menos importante. Aquí, lo que hay que atender, son dnuncias en su contra tanto de malas prácticas laborales como comportamientos que apuntan al peculado.

El Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, mismo que firma como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, es quien recibió la denuncia de parte de empleados que laboraban bajo la responsabilidad de Trujillo Salceda.

Denunciaron al Magistrado por temor a ser ellos los indiciados. Se sabe que Trujillo les pedía, en horas laborales, ir o acompañarlo a los Estados Unidos a realizar depósitos y transacciones monetarias en favor suyo que ascendían hasta los 40 mil dólares por semana. Esto, en cheques que el magistrado les daba y que salían a nombre de ellos pero que debían depositar en cuentas de él.

Se habla también de la detención de una persona enviada por él, en octubre de 2018, a realizar precisamente este tipo de operaciones.

Trujillo Salceda no está detenido, pero sí fue removido de su cargo en Tijuana y enviado o reasignado como titular del Tribunal Unitario en Ciudad Victoria, Tamaulipas. De extremo a extremo de la frontera mexicana.

Se desconoce si el cambio de espacio laboral para el Magistrado obedece a las denuncias en su contra o si es por reacomodos internos en los tribunales de justicia. Sin embargo, la denuncia en su contra ahí está y se suma a las acusaciones de corrupción al interior del sistema de justicia mexicano.

La oposición también ha pedido al Presidente atender esto. Hay de tareas a tareas. Nada fácil va a resultar investigar o ir en contra, desde la vía legal, de aquellos que se encargan de impartir de justicia. Son los que mejor conocen la ley. Ese conocimiento es el que les da el poder que tienen.

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