Pasó lo inevitable: que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se mostrara congruente con su propio discurso y tomar distancia del Gobernador Electo de Baja California, el C. Jaime Bonilla Valdez.

Primero, dijo ayer jueves 11 de julio, en su conferencia matutina, que "no creo que suceda, ya son otros tiempos" ante preguntas directas sobre la situación provocada por los Diputados del Congreso Estatal: la decisión, unilateral, de ampliar el período del próximo Gobierno de 2 a 5 años.

La decisión ha causado escozor en todos los niveles de la sociedad. Desde el "pueblo bueno" como ha definido a la ciudadanía en general el propio AMLO hasta especialistas en la materia e incluso actores políticos de la contienda electoral ganada por el C. Bonilla muestran por igual su desacuerdo y se pronuncian en contra del grave precedente que esta acción, ilegal, puede sentar en el país.

Hoy fue el cuarto día consecutivo en que cuestionan a AMLO sobre esto. No es para menos: se dice que Baja California es el simulacro para que el Presidente busque la reelección o la extensión de su propio mandato. En "la mañanera" de hoy viernes 12 de julio al fin enfrentó el cuestionamiento y dijo que el hubiera dicho que no, si lo hubieran consultado:

Si me hubiesen consultado como era antes y hubiese yo autorizado, como era antes, que se pusieran de acuerdo (legisladores de todos los partidos) y aprobaran esa reforma. ¡Cómo estaría hoy, se me caería la cara de vergüenza, sin autoridad!

VÍDEO: conferencia Presidencial matutina del 12 de julio en Nayarit. A partir del minuto 58:49 se vuelve a cuestionar a AMLO sobre el tema de BC.

Aunque señaló que no tiene injerencia en esta reforma que le permite al C. Bonilla ampliar su periodo de gobierno de dos a cinco años, pidió esperar la resolución del Tribunal de Justicia Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues reconoce que se han interpuesto varías denuncias en contra del Gobernador Electo. Dijo: “yo les aseguro que nada que sea injusto, porque no se permite, va a prosperar”.

Esto, en alusión a que asegura que "ya no hay influyentismo". Que él "no se mete en estos asuntos" y que "no hay línea" de ningún tipo".

Reconoció el temor sobre el peligro de la reelección. Dijo que “ve a un partido diciendo que si ya se permitió esto es porque ya viene la reelección presidencial". Fiel a su estilo, reclamó que no es igual a sus antecesores. "¡Safo!" exclamó.

Así, al declarar que el tema está en manos del Tribunal Federal y reconocer el cúmulo de denuncias e impugnaciones en contra de la elección del C. Bonilla y contra la modificación arbitraria de la ley, AMLO le da la razón a aquellos que han alzado la voz en contra de esto. Entre ellos, el Arquitecto Jaime Martínez Veloz.

¿Qué dirá el C. Bonilla sobre esto, al jactarse que a diario habla con el Presidente y presumir así, también, que es amigo de él? Pronto habrá noticias. No olvidemos que ha sido el Tribunal Federal el que ha dado revés a las insistencias del C. Gobernador Electo de violar la ley de 2014.

Por lo pronto, el Presidente dijo que hay que confiar en que las autoridades competentes sean las que resuelvan el problema que sabe existe. Y sí le compete, señor Presidente...

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