Se desconoce si las dos nuevas historias sobre Mad Max continuarán con Tom Hardy, pero parece que es muy probable que así sea. Por lo pronto da la impresión que se tomará su tiempo entre la demanda que hizo al estudio y la película en la que se encuentra trabajando, que protagonizan Idris Elba y Tilda Swinton bajo el título Three Thousand Years of Longing.

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El "asunto" al que se refiere es justamente a la demanda. Hace dos años se hizo público que el estudio y la productora de Miller acordaron que si el costo final neto de la película era de menos de US$157 millones, esta recibiría un bono de US$7 millones. Además, si Warner necesitaba de algún inversor extra para la producción, el contrato especificaba que primero debía llamar a Kennedy Miller Mitchell, cosa que no sucedió. A esto se suma que los numerosos retrasos y errores en los cálculos de presupuesto fueron culpa del estudio.

El director también reflexionó en lo difícil que fue concretar la última película de Mad Max y cómo ha visto que su forma de trabajar ha evolucionado con el tiempo y la experiencia en el ámbito cinematográfico.

Toma mucho tiempo. Pero la película más dura que hice fue la primera Mad Max. No sabía mucho sobre cine, y fue bastante desconcertante. Fui consciente del proceso. Me tomó unos buenos 10 años antes de poder ver esa primera película de nuevo, porque todo lo que vería eran los errores, las cosas que dejé y pude hacer creativamente. Lo mismo me pasó también con Fury Road.

De igual forma compartió lo que piensa de su última película como ícono, palabra que le cuesta decir sobre su propia obra, ya que aún le sorprende lo grande que fue para muchos y asegura que le costó darse cuenta que su trabajo significó algo para el público.

Mira, realmente no sabes lo que tienes. Cuando haces la película, sabes lo que esperas lograr. Son las audiencias las que te dicen lo que tienes. Sentado en el cine con audiencias pagas, sintiendo su respuesta, entonces lo creo. Toda la charla que la gente ofrece, la respuesta crítica, las personas que se contactan inesperadamente, me da vergüenza hablar de ello. Pero si hay muchos cineastas y personas creativas en la industria que llaman personalmente a decir: "Fui al cine cinco veces seguidas para ver la película", entonces sabes que están obteniendo algo de la película.

El mismo fenómeno cinematográfico lo llevó a situaciones inesperadas (y a veces incómodas) que nunca podrá olvidar:

Se acercaron dos mujeres jóvenes, una de las cuales acaba de tener una hija. Ella la llamó Furiosa. Luego están los tatuajes. Lo más llamativo fue un crítico japonés; Me llevó a un rincón, abrió su camisa y vi que se hizo un tatuaje en el centro de su pecho de Immortan Joe con un logo ardiente en el volante y me dijo "Oh, Dios mío. Salí del cine y me hice ese tatuaje".

Vía Tomatazo