La falta de agua hace recordar la Tijuana de la década de 1970

Hacía 50 años que no se presentaba una escasez de agua como la de agosto-septiembre de 2019

Aquí la utilidad de la historia. La escasez de agua que hoy vive Tijuana ya se había presentado hace 50 años, pero la hemos olvidado. Era bastante común que los residentes de las áreas urbanas abrieran la llave y, en el mejor de los casos, recibieran agua lodosa.

Habitantes de desarrollos de clase media y popular, de ésos que el INFONAVIT todavía construyó, como Lomas Conjunto Residencial, en La Mesa, o Laderas de Otay o El Mirador, mandaban construir aljibes o "pilas" para, a través de la compra por pipa, llenarlas de agua y garantizar el suministro de este bien que entonces era muy preciado.

Una solución a la falta de agua fue mandar perforar pozos a lo largo del Río Tijuana y en zonas como el Fraccionamiento Las Huertas, en La Mesa, que antiguamente fueron parcelas de cultivo. Sí, Tijuana fue un poblado con una producción agrícola importante. Las autoridades de entonces sí lo sabían y por eso perforar la tierra para obtener el agua de sus mantos freáticos.

La gran solución la brindó el Acueducto Río Colorado hacia 1975 y la famosa "obra enterrada" de Ernesto Ruffo Appel de 1989-1995. Los tijuanenses pensaron y desarrollaron en su imaginario la idea de que el agua no faltaría. A esto sumemos las lluvias de 1994-1996. Fue la última vez que la Presa Abelardo L. Rodríguez se llenó a su máxima capacidad. Más: tuvieron que abrir las compuertas para no afectar la estructura de la cortina. Ese espectáculo no se ha vuelto a ver.

Se dijo que el agua estaba garantizada, gracias a esto, por los siguientes 20 años. Pasaron volando. Y sí, hoy falta el agua.

De manera velada, la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) acepta la escasez. Ha dicho que faltaría el agua por tres días por reparaciones en el acueducto Florido-Aguaje de La Tuna, quizá el más importante de Tijuana-Rosarito, el 23 de agosto pasado.

Se cumplió el período dictado por la paraestatal así como la reparación en tiempo y forma de la estructura, pero el agua no llegó. Se argumentó que a la par se presentaron otras fugas y las quejas de la ciudadanía fueron en aumento. Las 400 colonias sin agua por las reparaciones del 23 al 27 de agosto, se duplicaron con el paso de los días.

Hoy casi la mitad de Tijuana no tiene agua. La CESPT dice que restringió el servicio por la demanda provocada por las altas temperaturas -esta semana, la del 1 al 7 de septiembre ha sido la más calurosa del año- pues hay un déficit tanto en el suministro del acueducto Río Colorado-Tijuana como del almacén que representa la Presa de El Carrizo y, por el corte de agosto, de los tanques abastecedores de la ciudad.

Hay gente que sigue sin agua desde el 23 de agosto. Otras, en las partes altas de la ciudad, desde hoy 4 de septiembre. Y ya anunció la CESPT que el servicio se reanudará, probablemente en su totalidad, hasta la semana del 8 al 14 de septiembre. Casi un mes sin el servicio. Y esto dependerá del buen uso que de él haga la población que todavía lo tiene.

La estructura es insuficiente ya para la realidad de la ciudad. Hemos crecido como ninguna otra ciudad del país. A esto, sumemos el desarrollo indiscriminado de vivienda vertical cuyos desarrolladores no toman en cuenta este tipo de elementos e historias.

Las lluvias tampoco traerán la solución. La gente olvida o no sabe que en Tijuana el agua llega por ciclos. Cada 20 o 30 años llueve abundantemente para tener otros 20 o 30 años de sequías, pero el clima ha cambiado y el agua no a llegado como en la década de 1990.

¿Volveremos a ver La Presa llena? ¿Tomaremos conciencia de que, para tener agua, ésta tiene que ser bombeada desde Mexicali, pasar por casi 1,500 metros de altura para poder llegar a El Carrizo pero que antes de eso, tiene que bajar desde las Montañas Rocallosas y desde la Presa Hoover? Muy largo el camino que recorre el agua para que la tiremos al barrer, con la manguera, las banquetas.

No, la solución no es ampliar el acueducto, pues hay un límite en la provisión del líquido acordado por tratados internacionales entre México y Estados Unidos en 1944-1945. México recibe un límite de 2 096 931 000 metros cúbicos de agua al año y no pueden ser más y éstos ya no son suficientes y no lo serán mientras no construyamos una cultura del agua en Baja California.

No olvidemos que en lugares como Cabo San Lucas, Baja California Sur oficialmente ya no hay agua para el consumo humano y las dos bajas californias son, en conjunto, los lugares donde menos lluvia cae en México.

editorial@sandiegored.com

Comentarios

  • Facebook

  • SanDiegoRed

 
 
  • Nuevos

  • Mejores

    Noticias Recientes Ver más

    Subir
    Advertising