Una de cal por todas las que van de arena, y la echó el Presidente Andrés Manuel López Obrador así que podemos decir que es definitiva. Criticó y dijo no a la construcción de la planta cervecera Constellation Brands en nuestro Estado, Baja California y dijo que debe levantarse en el sur del país, donde hay mucha más disponibilidad de agua.

Sabemos cómo la construcción de la fábrica ha polarizado a la autoridad del Estado y a la sociedad cachanilla, pues ésta defendía la postura que se trataba de tráfico de influencias y del cuidado de los intereses de empresarios estadounidenses. No era para menos, el tema de fondo es el agua. Este caso es uno de disputa por ella. Como dice el activista Rigoberto Campos:

Mexicali es zona desértica con escasas lluvias y con un acuífero ya sobreexplotado. ¿A quién se le ocurrió intentar poner una cervecera en un lugar con poca agua?

Eventualmente, la cervecera se la iba a quedar toda. El efecto no solo se sentiría en Mexicali, sino en todo el Estado, pues recordemos que un 85% del agua que consumimos, todos, llega gracias al acueducto Río Colorado. La Constellations se la iba a beber toda en la elaboración de una cerveza que además es para exportación.

La sociedad se movilizó y busco las vías oficiales para frenar su construcción. Buscó hacer un plebiscito, como dice la ley, pero éste fue vetado y así la lucha se convirtió en un tema de activismo sociopolítico. Hubo momentos en que las cosas subieron de tono y a la sociedad organizada, especialmente a través de "Mexicali Resiste", le constó un par de presos políticos.

Justo en este marco de enfrentamiento es que, al fin, AMLO se manifestó en favor de los cachanillas. Recordemos que fue en marzo pasado cuando el árbitro electoral estatal resolvió improcedente la solicitud de plebiscito sobre la continuación de la construcción de planta presentada por un colectivo local tras recavar miles de firmas .

Por eso AMLO prometió enviar una comisión a investigar y analizar el tema en busca de una solución, pues claramente la sociedad ha estado en contra de la cervecera e hicieron oídos sordos de ello.

Dijo el presidente, en "la mañanera" que "el permiso que dieron para construir una gran planta para producción de cerveza en Mexicali. Eso no. Si se quiere poner la planta para producir cerveza (debería ser) al sureste (...) ahí esta el 70% del agua del país".

Así, pues, la Constellation no va. La lucha de los cachanillas rindió frutos y todo el Estado agradece esto.

editorial@sandiegored.com