Mexicali

La primera granja para el cultivo de totoaba es clave para la recuperación de la vaquita marina

Su éxito puede significar la supervivencia de la vaquita marina y de la comunidad pesquera de la región.

Francisco Iñiguez prepara la panga para iniciar su trayecto a El Nido, forma en que nombra a las instalaciones flotantes para el criadero de totoaba Malcdonaldi,nombre científico que se le da la totoaba, pez endémico del Alto Golfo de California. Es técnico de Acuario Oceánico, la empresa que actualmente opera la plataforma flotante. Entre las diversas tareas que deben cumplir es la de probar dos tipos de alimento y monitorear el crecimiento de los pececillos para decidir cuál funciona mejor en la dieta de la totoaba.

Su presencia en esta zona está rodeada de un aura de historias y mitos. La totoaba se dio a conocer en diversos medios por su codiciado buche o vejiga natatoria, altamente cotizados en los mercados negros de China, y que alimentó el nacimiento de una mafia totoabera en el Alto Golfo de California. El uso de redes de enmalle -prohibidas por ley en el Diario Oficial de la Federación desde 2017- son utilizadas por los traficantes ilegales para la pesca del pez, generando un daño colateral, el enmallamiento de la vaquita marina, catalogada en peligro de extinción.

Programas científicos nacionales e internacionales han presionado para una verdadera protección de la vaquita marina y el resto de las especies marinas dentro de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California, a través de los informes anuales científicos del CIRVA. Ante la inactividad y malos resultados en la protección de la vaquita marina, se optó por un ambicioso plan que incluye el uso de delfines entrenados por los Marinos de Estados Unidos para guiar, capturar y custodiar dentro de un perímetro protegido. Esta misión recayó en El Nido y su equipo técnico. Lamentablemente a la muerte de una vaquita marina capturada, el proyecto fue suspendido.

Hoy, El Nido se mantiene en operaciones, pero con otra especie endémica: la totoaba. Juan Carlos Vivanco sabe de la importancia del proyecto. La totoaba ha sido parte crucial en la historia económica del puerto de San Felipe y las zonas ribereñas; existen documentos históricos del Archivo Histórico de Mexicali que documentan el trabajo de cooperativas pesqueras en la zona desde 1920. Pero hoy es necesario cumplir con reglamentaciones como las cumple la plataforma. Acuario Oceánico es un proyecto es una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) avalado por la SEMARNAT. Cuentan con un documento de impacto ambiental así como permiso de Acuacultura de Fomento por parte de CONAPESCA. Cumplir con la reglamentación ambiental es clave si se busca un proyecto de aprovechamiento sustentable de las especies marinas del Golfo de California.

Apenas llevan tres meses experimentando con dos tipos de alimentos de totoaba: el Ewos y una receta local. El primero fue producido en Canadá; el segundo es una receta generada en los laboratorios de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California. La temperatura de 25 grados Celsius de la zona ha sido un factor que ha apoyado el crecimiento de los peces, pero aún es temprano para deducir conclusiones. Es necesario cubrir de 6 a 12 meses para conocer los resultados. Actualmente crecen sanamente un total de 13 mil 500 ejemplares de totoaba.

Los resultados de estas pruebas son cruciales para el estado social, ambiental y económico de la zona. Si es posible comprobar que es técnicamente y económicamente factible un cultivo de una especie, y que existe un mercado nacional para el filete de totoaba, entonces hablamos de una alternativa viable para las cooperativas pesqueras de la zona.

El siguiente paso será traer a cocineros como el chef de origen chino-mexicano Luis Chiu de Ciudad de México, el español Juantxo Sánchez o el mexicano Miguel Ángel Guerrero para que comienzan a experimentar con la carne de este preciado pez que por mucho tiempo fue considerado un manjar tanto en Mexicali como en partes de China. Estamos ante uno de estos interesantes casos donde la gastronomía puede hacer el cambio para la vida silvestre marina.

DATO HISTÓRICO

Desde la fundación de San Felipe, los pescadores de la zona se han dedicado a la pesca de la totoaba, que fue en parte la razón de una bonanza, pero su sobrepesca culminó con la veda permanente en el año de 1979.

DATO CIENTÍFICO

Actualmente operan cuatro sitios con permiso para tener totoaba. Uno lo tiene la UABC en el laboratorio de Ciencias Marinas en Ensenada; Earth Ocean Farms es una empresa privada operando en La Paz, Baja California Sur; el Centro Reproductor de Especies Marinas del Estado de Sonora (CREMES) en Bahia de Kino, Sonora, y Acuario Oceánico sería la primera en operación en San Felipe, Baja California, donde naturalmente nace la totoaba.

losviajados@gmail.com

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