Uno de los proyectos prometidos por Andrés Manuel López Obrador durante su campaña fue el Tren Maya, este controvertido proyecto de infraestructura que pretende ser un eje de crecimiento en la península de Yucatán. La gran duda sobre su financiamiento quedó resuelta en su conferencia mañanera, donde afirmó que los 120 millones requeridos serán obtenidos del Impuesto de Derecho de No Residencia, el impuesto que se cobrará a los turistas en México.

Había un fondo de turismo que se integraba con los impuestos que se le cobran a los turistas que llegan a México, ese fondo supuestamente para el fomento turististico era fuente de corrupción, hasta les pagaban a los periodistas, no ustedes desde luego. Estoy hablando de los machucones

Así fue como explicó AMLO sobre la reorientación del impuesto que anteriormente se utilizaba para campañas publicitarias.

Este plan contempla la participación de la iniciativa privada para la construcción de vías ferroviarias, las cuales se estiman en mil 500 kilómetros.No obstante, muchos empresarios se muestran suspicaces ante las formas en que se darán estos proyectos, sumado a la negativa por parte de varias comunidades indígenas hacia el Tren Maya, ya que consideran que no fueron tomados en cuenta y que dichas construcciones afectan el medio natural del que viven.

La primera prueba del impuesto se llevará a cabo en Baja California Sur mediante el Cobro de Aprovechamiento al Visitante Extranjero, donde cada visitante será invitado a pagar 350 pesos. Dichos cobros se llevarán a cabo mediante módulos digitales instalados en el Aeropuerto Internacional de San José del Cabo. Se espera la recaudación de 490 millones de pesos durante el primer año de cobro.

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