No hay dudas de que Netflix se mantiene como la plataforma de streaming más popular, y gracias al éxito que tiene continúa produciendo sus propias series y películas con diferentes temáticas para el gusto de sus suscriptores. Así como apuesta por producciones costosas protagonizadas por los actores más populares del momento, también tiene un lugar especial para realizar documentales sobre crímenes reales que además de que le generan una gran cantidad de reproducciones permiten que casos ignorados por muchos regresen al escrutinio público.

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Con la serie documental Justicia para el pequeño Gabriel - 80%, la compañía presenta una detallada producción que recuenta la tragedia que acabó con la vida de un niño de 8 años que impactó a Estados Unidos, y en especial a la comunidad de Los Ángeles, el lugar donde ocurrió. Este desgarrador relato se centra en Gabriel Fernández, un menor de edad de origen latino que fue torturado y asesinado por su propia madre y el novio de esta.

A lo largo de seis episodios, que duran entre 47 minutos a una hora y ya se pueden ver en Netflix, se desentraña el historial de abuso vivido por Gabriel, quien un día llegó a la escuela y despertó las alarmas de su profesora al preguntar si era normal que las madres golpearan a sus hijos o si sangrar era algo común. La profesora Jennifer García fue la primera persona en alertar a las autoridades al descubrir que el menor de edad era víctima de constantes abusos por parte de su progenitora y el hombre que vivía con ellos, pero todo fue gracias al cambio de escuela ya que en la que estudiaba ni siquiera lo habían notado. El abuso empeoró con el paso del tiempo y él llegaba a sus clases con moretones en la cara, los labios hinchados y hasta lesiones que fueron causadas por los disparos de un arma de aire comprimido.

El galardonado documentalista Brian Knappenberger es el director de esta nueva producción que se enfoca en el juicio de homicidio de Gabriel Fernández a través del reportaje que realizó Garrett Therolf, periodista de LA Times. El menor murió a causa de golpes recibidos por su madre, pero más allá de tratarse de un estremecedor caso real, la serie documental actúa como plataforma de denuncia que profundiza en los abusos que sufrió el niño y pone en evidencia los errores de un sistema que no pudo hacer nada por evitarlo.

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Dentro de la historia se da a conocer también que cuatro trabajadores sociales fueron acusados de abuso infantil y falsificación de archivos públicos, siendo una medida nunca antes vista. Según testimonios de los familiares, la madre no quería tener a Gabriel y fueron sus abuelos quienes lo recogieron. Cuando vivió con ellos o con sus tíos fue un niño feliz y no le faltaba amor de acuerdo con las imágenes compartidas, pero toda la felicidad se esfumó en el momento en el que Pearl Fernández decidió, en 2012, llevárselo a vivir con ella y su novio para poder recibir ciertos beneficios otorgados por el estado.

Karina Adelgaard de Heaven of Horror señala:

La historia presentada es verdaderamente trágica, lo que hace que este documental de Netflix sea difícil de ver a veces. Sin embargo, creo que es importante difundir estas historias para que podamos (con suerte) evitar, o al menos reducir, casos similares en el futuro. Mi único crítica es que el episodio uno no da mucha idea de cuándo se está filmando. Sin embargo, para el episodio 2, obtenemos más información sobre esta línea de tiempo.

Melissa Camacho de Common Sense Media asegura:

Es una serie documental que relata la búsqueda de la oficina del fiscal de distrito de Los Ángeles por justicia en nombre de un niño que fue abusado, torturado y asesinado a manos de su madre y su novio. Esperen ver fotografías gráficas de las lesiones que sufrió el niño durante un período prolongado de abuso y escuchar descripciones detalladas de lo que sufrió. También hay referencias a la sexualidad y gratificación sexual y al uso de drogas.

Brian Lowry de CNN.com destaca:

El documental, comprensiblemente, conlleva un descargo de responsabilidad sobre la naturaleza perturbadora de los detalles repugnantes que rodean el abuso de Gabriel. Sin embargo, solo es posible apreciar plenamente la magnitud de las fallas sistemáticas al escuchar el alcance de la tortura que sufrió el niño y las numerosas alarmas que se ignoraron. El principal desafío con este tipo de series documentales es identificar lecciones más grandes, y la pregunta clave planteada por esta surge de manera clara: ¿Estamos haciendo lo suficiente, como sociedad, para proteger a los niños y, cuando es necesario, alejarlos de situaciones peligrosas?

Joel Keller de Decider afirma:

Los juicios serán difíciles de superar, principalmente porque entrará en tantos detalles desgarradores de cómo los dos torturaron y abusaron de Gabriel que estoy seguro de que tendré que hacer una pausa para ordenar mis pensamientos. Pero el juicio de los trabajadores sociales nos dará una idea de cómo funciona el DCFS del condado de Los Ángeles y de por qué el caso de Gabriel cayó en el olvido, a pesar de la evidencia obvia de que estaba en peligro. Es bastante seguro que el programa entrará en cuán negligente fue DCFS en este caso, pero debido a que el primer episodio fue más una configuración para el resto de la serie, pasa por alto cualquier tipo de detalle sobre esto, tal vez para hacerlo más dramático.

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Nota publicada originalmente por Tomatazos.