Julián Leyzaola: Tijuana sigue una estrategia de seguridad estúpida

Para el Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez, la actual política criminal es simplemente estúpida y está condenada al fracaso.

Sin matices, moderaciones políticamente correctas o pelos en la lengua, el militar retirado no dudó en afirmar en entrevista con San Diego Red que lo peor que se puede hacer con las organizaciones criminales, es tratar de negociar con ellos y pensar que por la buena van a poner freno a sus ambiciones.

Tanto a nivel Federal, con la política de abrazos y no balazos del presidente Andrés Manuel López Obrador; como a nivel local, con la promesa del ex alcalde Juan Manuel Gastélum de no combatir a la delincuencia, lo único que se logró es abrirles la puerta para que los criminales sean amos y señores de la ciudad, expresó.

Para Leyzaola no hay duda: al criminal se le debe poner en el suelo con la bota en el cuello. Un delincuente solo se somete ante aquel que demuestra ser más fuerte y más duro que él.

Tal vez hace diez años la Federación hacía algunos pininos, detenía alguna cabeza, pero hoy la Federación se suma al abandono, no se suma para nada. Hoy tenemos el abrazos no balazos, el fuchi guácala, la amenaza con su mamá, con su abuelita, pero eso es estúpido, perdón por la expresión, pero me parece una política criminal estúpida. La política criminal del país está enfocada a la no violencia, pero a la no violencia contra los malandrines”, señaló Leyzaola.

Él (Gastélum) lo dijo claramente: yo no vengo a pelear, yo vengo a otra cosa, vengo a hacerme millonario y bueno, la ciudad se abandonó completamente, los grupos delictivos crecieron exponencialmente y hoy vivimos un periodo de deterioro donde la delincuencia se enseñorea en la ciudad”, expresó el militar.

Siempre sonriente aún en la silla de ruedas, sin perder el ánimo y sin dejar de asistir puntualmente a sus terapias de rehabilitación, Leyzaola Pérez no baja la guardia y se mantiene en su trinchera.

Charlamos en un café del fraccionamiento San Antonio del Mar, justo a unos metros de donde tres días antes asesinaron a un guardia de seguridad de la colonia. Las cruces y las coronas de flores dan testimonio del reciente crimen, uno más entre los cientos de homicidios que se han cometido en lo que va del año.

Leyzaola pone el dedo en la llaga y señala que la multiplicación de los feminicidios en Tijuana es una consecuencia directa de una política complaciente y laxa frente al crimen organizado.

El horror que ahora estamos viviendo, con la multiplicación de los feminicidios y el asesinato de ciudadanos inocentes, es consecuencia de dejar actuar impunemente a la delincuencia organizada y hacerlos sentir amos y señores de la ciudad”, expresó.

Los delincuentes nunca están satisfechos. Siempre quieren más, siempre ambicionan más. Aquel que crea que puede negociar con los delincuentes, que negociar es una solución, está totalmente equivocado. Lo que viene es un deterioro mayor. Tenemos feminicidios, que es una consecuencia del deterioro progresivo de las organizaciones criminales que ya se sienten dueños totales de la ciudad porque no hay quien los contenga y si ven a una chamaquita de 14 o 16 años, la secuestran”, añadió Leyzaola.

El gobierno orquestó atentado

En mayo de 2015, en Ciudad Juárez, el Teniente Coronel sobrevivió milagrosamente a un atentado con armas largas que lo dejó inválido. En lugar de retirarse, contendió dos veces por la Presidencia Municipal de Tijuana y en ambas estuvo a punto de resultar ganador.

No duda en señalar que fue el gobierno de Chihuahua y no el crimen organizado, quien ejecutó el atentado que casi le cuesta la vida.

El que me dejó en silla de ruedas no fueron los criminales, fue el gobierno de Duarte en Chihuahua que trabajaba con los Chapos y yo les tumbé toda su nómina y la operación de Gabino Salas, el operador del Cártel de Sinaloa y me mandaron una persona a matarme. Fue el gobierno, no me cabe duda. Cuando llega el matón y me apunta me dice: mensaje del dire Reyes, no un mensaje del Chapo, sino del director de Seguridad Pública de Juárez”, acusó.

Aunque las cabezas criminales han cambiado, la dinámica es casi idéntica a la vivida en 2008 cuando fue director de la Policía Municipal y posteriormente Secretario de Seguridad Pública durante el XIX Ayuntamiento presidido por Jorge Ramos.

En aquellos tiempos, en 2008-2009, era la pugna entre al Cártel de Sinaloa y el Cártel Arellano Félix peleándose el territorio de la ciudad. En aquel entonces hubo un gran abandono de la ciudad con Jorge Hank cuando creció en forma dramática el secuestro, las ejecuciones. Hoy tenemos nuevamente un campo de batalla entre el Cártel Jalisco Nueva Generación unido con los restos del Cártel de Tijuana, contra el Cártel de Sinaloa”, afirmó.

Si trasladamos esos tiempos a los actuales vemos que el crimen tiene un crecimiento exponencial de acuerdo a las facilidades que les des, es cíclico; si encuentra obstáculos, lo contienes, pero si le das libertad, le das facilidades y aparte dices públicamente que no va a tener problemas contigo y no lo vas a combatir, entonces lo estás invitando, le estás abriendo la puerta”, recordó Leyzaola.

Cámaras, estrategia fallida

El ex candidato a la alcaldía consideró como una estrategia fallida el creer que unas cámaras podrán ser de ayuda para combatir la delincuencia y recordó cuando a él quisieron forzarlo a pagar diez millones de pesos a la empresa Global Corporation por mantenimiento de aparatos que ni siquiera servían en su totalidad.

Cuando yo llegué a la Secretaría de Seguridad Pública me dijeron que yo tenía que asignar diez millones de pesos para pagar el mantenimiento de las 480 cámaras de la ciudad y yo les dije, primero les voy a hacer un inventario y resulta que funcionaban menos de 150 y le dije, no te voy a dar un centavo hasta que no me las pongas todas a funcionar y no les pagué. Claro, después llega alguien que es afín a la empresa y viene el contrato de los mil 500 millones de pesos”, expresó el Teniente.

Las cámaras no sirven solas. Lo primero que debes buscar es la capitalización del recurso humano, si la cámara detecta un delito y no tienes con quién atenderlo, de nada te sirve la cámara. Los policías volvieron a los vehículos de cuatro cilindros, como era antes de que llegáramos. Los delincuentes se reían de nuestros policías, perseguíamos camionetas de ocho cilindros, Tahos, con camionetas estándar de cuatro cilindros. Esa estrategia no se hace pensando en la ciudad, se hace pensando en un beneficio económico" agregó.

Mientras se mantenga la actual política en materia de seguridad pública difícilmente cambiarán las cosas y bajo su opinión, tal parece que quien quiere hacer bien las cosas se enfrenta a tres grupos: a los criminales, a la policía y su resistencia a combatir y al propio gobierno que no quiere cambiar las cosas.

En el PES me utilizaron

Recordó que estando malherido en el hospital, el líder del Partido Encuentro Social, Luis Moreno, fue a verlo para pedirle que fuera candidato. Él jamás había pensado en postularse para un puesto político o una actividad que no fuera policiaca.

Hoy la distancia, no duda en señalar que fue utilizado políticamente, pero aún así no se arrepiente de haber contendido.

Él, Luis Moreno, siempre traía la idea de que yo fuera candidato. Me fue a buscar a Juárez, me fue a buscar al hospital, varias veces me cayó al hospital para tratar de convencerme de que yo fuera candidato del PES. Yo jamás imaginé siquiera en toda mi vida ser candidato de algo, mi objetivo de vida era muy distinta. Yo quería liderar las corporaciones policiacas, transformar su forma de pensar, su filosofía. Yo honestamente creo que de las dos campañas que he tenido la del 2016 fue la que gané, eso fue un fraude”, señaló.

Hasta considero irresponsable a Luis Moreno haberme aventado a una campaña de esa forma, fue un vía crucis para mí y bueno, mi papel era jalar votos para su partido, un partido que no había tenido ninguna preponderancia hasta entonces. Luis Moreno vislumbró en mí su diputación, las regidurías y bueno, me utilizaron considero que me utilizaron pero no me siento agraviado, me siento agradecido porque encontré otro objetivo de vida. Mi trabajo ya no podía ser operativo, en la línea del frente echando bala, se acabó el teniente coronel, pero me abrió el panorama hacia otros objetivos”, agregó Leyzaola.

Recordó cuando en 2007, un día antes de la toma de posesión de Jorge Ramos como alcalde, fue invitado a sumarse como director de la Policía Municipal.

Yo me senté con Jorge Ramos por órdenes del general Aponte Polito un día antes de su toma de posesión y yo le dije a Jorge, mira, aquí está mi programa integral de recuperación, no es solo un programa de seguridad, es un programa para recuperar la confianza ciudadana, la confianza de los inversionistas, que los malandrines le tengan miedo a la autoridad. Esto va más allá, le dije a Jorge. Que el mundo al revés se enderece.

"Yo estaba viviendo en Mexicali, no traía ni ropa y ya ni me dejaron ir, me quedé para la toma de posesión y me prestaron un saco para la toma de posesión, un saco de Alberto Capella que estaba grandísimo”, recordó.

La primera gran acción armada que desató una respuesta cruel y sangrienta del crimen organizado, ocurrió cuando frustraron el asalto a un camión de valores en la Vía Rápida y en la refriega resultó muerto uno de los asaltantes, quien era un policía adscrito a la comercial que disparó a Leyzaola con arma de cargo.

Le dije baja tu arma, se lo dije una, dos, tres veces hasta que me dispara. La bala quedó en la camioneta, y detrás de mí el oficial que está atrás de mí le dispara y luego disparo yo también y queda aquel tirado, con la gorra al revés, me acerco y me doy cuenta que era un policía de la comercial, el arma con que me disparó era un arma de cargo, y le dije mira, te estás muriendo cabrón y te vas a ir al infierno porque eres malo. Esa noche mataron al jefe y al subjefe de La Mesa y mataron a Margarito Saldaña al que yo acababa nombrar para estar al frente de San Antonio de los Buenos. Él vivía en una casa muy humilde y fueron a matarlo a él y a su familia y ese día dije: jamás en la vida vuelvo a poner aun riesgo a un oficial y por eso, todos los partes y las consignaciones las firmaba yo, porque esos hijos de la chingada tenían amenazados a mis oficiales”, recordó.

La ciudad estaba casi pacificada para el 2010 y por ello el periodo de Carlos Bustamante fue el de mayor paz en la ciudad, pero durante el trienio de Jorge Astiazarán las cosas volvieron a descomponerse progresivamente.

Gran parte del deterioro que tuvo la ciudad lo hago responsable a Alejandro Lares, que siguió la escuela de Alberto Capella, con una actividad más política, más diplomática, más social que operativa, negando la presencia de nuevos grupos criminales y no querían saber nada de lo que estaba pasando.

Luego llega el Patas Gastélum con su política de no agresión a los malandrines. Desde campaña lo dijo: yo no me voy a pelear con los delincuentes y bueno, fua la única promesa que cumplió. El periodo de Gastélum fue terrible para la ciudad. Los delincuentes cobraron total libertad para actuar. Lo que estamos viviendo es la herencia de Kiko Vega y de Gastélum que no hicieron nada”, sentenció.

Me cuido más de Bonilla que de los criminales

Señalado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos por cometer presuntos actos de tortura contra policías de Tijuana sospechosos de estar coludidos con criminales, Leyzaola ha librado las acusaciones, aunque está consciente de que hay muchas personas buscando revivirle expedientes.

Aunque su cabeza tiene, o alguna vez tuvo, un precio alto para el crimen organizado, Leyzaola asegura que hoy se cuida más del gobierno que de los narcotraficantes.

Me cuido más del gobierno que de los delincuentes, ya el gobierno de hoy me está integrando averiguaciones previas para que no contienda porque me ven como una amenaza y están viendo la manera de contenerme, reviviendo carpetas del 2007, 2010 que ya prescribieron. Buscan lo que sea. Yo no sé si al final pueda contender en 2021, pero no le quiero dejar la ciudad a los delincuentes y me refiero a los delincuentes que tenemos en Palacio. Y claro que me ando cuidando, pero me cuido más de Bonilla, de González Cruz, del Titi Ruiz o del propio López Obrador” expresó.

Pese a todo, Julián Leyzaola piense que lo último que podemos dejar morir es la esperanza y de la misma forma que él lucha y progresa todos los días para poder levantarse algún día de su silla de ruedas, los tijuanenses deben seguir luchando para recuperar su ciudad y arrebatársela a la delincuencia.

La esperanza es lo último que muere y Tijuana puede volver a ser el ejemplo en todas las áreas y los tijuanenses podemos enseñarle una vez más a la Federación que así como Tijuana pudo contra el Cartel de Sinaloa y el Arellano Félix con un grupito de policías que se puso la camiseta y se puso a luchar por su ciudad y sus familias, hoy podemos volver a derrotar cualquier adversidad”, concluyó.

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