La Organización Mundial de Salud (OMS) declaró que el coronavirus detectado en Wuhan, China el pasado 31 de diciembre del 2019 es “10 veces más mortífero” que el virus de la influenza H1N1 que surgió en marzo del 2009.

Hasta el momento, el coronavirus ha cobrado la vida de 118 mil 554 personas, por su parte, la influenza dejó alrededor de 18 mil 500 víctimas, es decir, si duplicó 10 veces la cantidad de muertes.

La influenza H1N1 ayudó a crear campañas de vacunación, por lo cual se espera que en algún momento se pueda descubrir una vacuna contra el COVID-19, pero por ahora será necesario crear campañas de concientización, declaró la OMS.

La detección temprana de los casos, la realización de las pruebas y el confinamiento son las principales claves para poder acabar con el virus en el mundo, señalaron las autoridades internacionales sanitarias.

También indicaron que el COVID-19 puede regresar y propagarse nuevamente en el futuro, esto principalmente por que la sociedad actual vive en constante movimiento, por lo cual los contagios entre países pueden ocurrir fácilmente.

La OMS pide a los gobiernos de naciones con gran cantidad de infectados, que encuentren un equilibrio entre las medidas para evitar la propagación del coronavirus y las otras enfermedades, pues solamente prestar atención médica a pacientes con el virus puede provocar un colapso en el sistema sanitario.

Con información obtenida de Excélsior