El equipo médico que atiende al presidente Donald Trump en el hospital Walter Reed, ubicado en Bethesda, Maryland, informó la mañana de este domingo 4 de octubre en rueda de prensa que el mandatario continúa mejorando, por lo que podría ser dado de alta y regresar a la Casa Blanca el lunes, desde donde continuará con el tratamiento.

De acuerdo con los médicos, ayer en la noche el presidente terminó su segunda dosificación de remdesivir, al ser monitoreado su función hepática y renal son normales, pero planean continuar con el plan de remdesivir por 5 días.

Tras las contradictorias declaraciones hechas el sábado por el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, quien mencionó que los signos vitales del presidente eran “preocupantes”, con la actualización de este domingo sobre la salud del mandatario, el Dr. Sean Conley aclaró que lo que Meadows quiso decir es que hace 24 horas se checó al presidente y que “si hubo ese momento momentáneo de fiebre alta y esa baja temporal en la saturación de oxígeno en la sangre”, pero agregó que en unas horas Trump ya podía caminar sin ninguna limitación.

Sin embargo, no se esclareció el momento en que Trump bajó el oxígeno o si los escáneres pulmonares mostraron algún daño.

A su vez, según este equipo de expertos, el presidente no necesitó oxígeno suplementario el viernes, ya que sus niveles de oxígeno ya se encontraban estables y no querían afectar su evolución positiva.

Este domingo Conley dijo haberle prescrito dexametasona a Trump, siendo este un esteroide.

Por su parte, Donald Trump compartió un video donde dijo sentirse bien y que pronto volvería.