Ante el acercamiento de una posible caravana migrante en la frontera sureña México-Guatemala, autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) limitaron estrictamente el paso a ciudadanos guatemaltecos que tenían la intención de realizar compras y actividades turísticas en territorio mexicano.

Apenas el viernes pasado, una caravana que transportaba más de 9 mil migrantes hondureños comenzó con su viaje hacia México que tenía como destino final cruzar a Estados Unidos. Finalmente, las fuerzas de seguridad mexicanas lograron detener el paso a los extranjeros.

Elementos de la INM monitorean la zona constantemente y piden a los individuos interesados en cruzar, mostrar la tarjeta de visitantes o la visa humanitaria para permitir su entrada o demostrar su residencia legal en la nación, pero son más aquellos que demuestran no poseer dicha documentación.

Estas restricciones surgieron con el fin de evitar la incursión de migrantes indocumentados a México, pues él día de hoy cientos de personas residentes de Guatemala buscaban ingresar al país a través del Río Suchiate. Algunas personas argumentan que este tipo de sucesos afecta en gran medida a quienes simplemente van a realizar actividades recreativas al país sin afán alguno de ir más allá.

En 2019, México había decidido militarizar su frontera sur con la finalidad de establecer una alianza con Estados Unidos para la implementación de un programa de desarrollo para Centroamérica, esto también bajo amenaza del presidente Donald Trump quien mencionó poner en marcha aranceles (impuestos) a las exportaciones mexicanas si nuestro país no hacía algo al respecto ante la insistencia de caravanas migrantes que usaban a la república como puente hacia la nación americana.

Dicho programa quedó en el limbo y no se ha discutido más sobre él hasta el momento.

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