El pasado 10 de marzo México autorizó una nueva Ley Federal para la Regulación de Cannabis, la cual agregaba modificaciones a la actual Ley General de Salud así como al Código Penal Federal, siendo uno de los puntos de este dictamen que más dio de qué hablar la permisión para que personas utilicen esta planta con fines lúdicos e incluso puedan cultivarla para autoconsumo.

Es hasta hoy que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronuncia ante esta nueva ley mexicana, recordando a México el compromiso que tiene con los tratados internacionales, los cuales firmó anteriormente, en donde se especifica que la marihuana solamente puede ser utilizada y comercializada para fines médicos y/o científicos.

Raul Martinez del Campo, miembro experto independiente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) perteneciente a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), espera que el Congreso modifique la ley anteriormente publicada e implemente finalmente una ley que cumpla con los acuerdos internacionales.

El tema volvió a salir a la luz después de que este jueves la JIFE publicara su reporte anual sobre la situación de los estupefacientes a nivel mundial, donde destacó su preocupación por las novedades en la legislación de la droga antes mencionada en varias naciones, entre las que se encuentra México.

Aun cuando Martínez del Campo declaró que la JIFE entiende e incluso empatiza con el país centroamericano respecto a la violencia en que se ve envuelto por “la guerra contra las drogas” y que los consumidores de marihuana no deben ser criminalizados bajo ninguna circunstancia, recalcó que México forma parte de las naciones que firmaron la Convención Única de Estupefacientes, misma que permanece vigente desde 1961.

Mientras el gobierno federal reajusta su política, la JIFE anunció que mantendrá contacto con el país de forma constante y próximamente en cuanto se presente una oportunidad, el director ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov, visitará los Estados Unidos Mexicanos.

Entre otros resultados mostrados por el informe anual sobre estupefacientes publicado por la ONU, se informó que la pandemia trajo consigo un aumento del consumo de drogas en adultos mayores, siendo que en 2009 apenas se notificaba que un millón de personas mayores de 65 años ingerían narcóticos y actualmente tal cantidad aumentó a 11 millones.

Autoridades atribuyen tal fenómeno a la generación “baby boomers”, pues durante su adolescencia la política de uso de alucinógenos era mucho menos estricta, además de que algunas drogas están indicadas para el tratamiento del dolor o la depresión.

El coronavirus también influyó en el uso de “drogas asociadas con la vida nocturna”, pues se detectó un aumento en el consumo de alcohol y marihuana, mientras que el éxtasis fue en descenso.

VIDEO RELACIONADO: Border News: 3era semana de marzo de 2021