Autoridades de Filipinas investigan la muerte de un hombre que tras haber violado el toque de queda impuesto por la pandemia de covid-19 fue castigado por elementos de seguridad obligándole a hacer 300 sentadillas, lo que afectó su salud gravemente.

El hecho sucedió en la provincia de Cavite, donde Darren Manaog Peñaredondo, de 28 años de edad, salió a comprar agua el pasado jueves en la localidad General Trias cuando el toque de queda ya había iniciado previamente, Darren volvió horas después a su domicilio tras cumplir con el castigo impuesto por la policía del lugar y el sábado comenzó a presentar convulsiones.

Luego de ese evento la familia tuvo que aplicarle primeros auxilios logrando reanimarlo, pero posteriormente volvió a convulsionar y aunque intentaron vivificar al joven, desgraciadamente había entrado en estado de coma, según declaró la familia de Manaog.

La víctima murió a las 22:00 horas (horario local) y se comprobó también que al momento de realizar las sentadillas se había caído en varias ocasiones.

Jonathan Malaya, Subsecretario del Departamento del Interior y Gobierno local de Cavite, fue elegido para dirigir la investigación, expresando a los medios de comunicación que de comprobarse una falta cometida por los agentes de policía, estos serán enjuiciados y recibirán las respectivas sanciones, tanto administrativas como penales.

Mientras se llevan a cabo las respectivas averiguaciones, el Jefe de la Policía de General Trias, Marlo Solero, fue relevado y reasignado, así como dos agentes más que se formaban parte del cuerpo policiaco que obligaba la realización de ejercicios físicos como sanciones por infringir el toque de queda, mencionó el diario “The Philippine Star”.

VIDEO RELACIONADO: Border News 5ta semana de marzo y 1ra de abril de 2021