Durante las últimas semanas EEUU ha estado viviendo un aumento de casos por COVID-19 en todo el país, y se estima que el 83% de los casos son de la variante Delta. Además, se descubrió que la mayoría de los contagios son entre personas no vacunadas.

Ante este aumento, algunas personas han logrado obtener dosis adicionales de la vacuna y otras han recibido inyecciones de distintas farmacéuticas. La idea es que al "mezclar y combinar" vacunas con diferente estructura, las personas pueden obtener una protección más amplia contra el coronavirus y sus variantes.

El mes pasado, la canciller alemana Angela Merkel recibió la vacuna de Moderna en junio después de haber recibido la de AstraZeneca en abril. Otros países, como Italia, también están permitiendo que los menores de 60 años que recibieron una primera dosis de la vacuna de AstraZeneca reciban una inyección diferente cuando reciban su segunda dosis. Corea del Sur informó que permitirá que unas 760 mil personas reciban diferentes vacunas debido a los retrasos en los envíos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades actualmente no recomiendan que los estadounidenses mezclen las vacunas en la mayoría de las circunstancias, y los funcionarios de salud federales dicen que las dosis de refuerzo de las vacunas no son necesarias para las personas sanas en este momento, aunque pueden recomendarlo para personas de la tercera edad.

Sin embargo, Los ejecutivos de Pfizer, Moderna y Janssen han dicho que esperan que los estadounidenses necesiten inyecciones de refuerzo, y Pfizer comentó que planea pedirle a la FDA que autorice los refuerzos ya que ve signos de disminución de la inmunidad.

Por otro lado, un estudio sugiere que la vacuna de Johnson & Johnson es menos efectiva contra la variante Delta, por lo que las personas que se encuentran inmunizadas con esta vacuna, se encuentran preocupadas.

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