Este martes, el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, solicitó la renuncia del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, luego de que la Fiscalía Estatal lo encontrara culpable de acosar sexualmente a varias empleadas y ex-empleadas gubernamentales.

Durante una conferencia de prensa realizada en la Casa Blanca, una reportera cuestionó directamente al mandatario sobre el hecho preguntándole a Biden: “¿Le está pidiendo que renuncie?”, a lo que el mandatario solamente respondió con un claro y conciso: “Sí”.

El caso en contra del actual gobernante de Nueva York que tomó más de 5 meses de investigación y 179 personas entrevistadas llegó a su fin este martes, 3 de agosto, con la conclusión de que el trabajar con Cuomo era considerado un “ambiente de trabajo hostil, plagado de miedo e intimidación”.

Letitia James, Fiscal General del Estado, informó que los resultados de la investigación señalan que el gobernador realizaba toqueteos no consensuados a empleadas actuales y anteriores del estado de Nueva York, además de realizar comentarios ofensivos de naturaleza sexual.

Biden aclaró que no tiene pensado destituir de su cargo a Cuomo, ya que para él esto debe de hacerse “por partes”, siendo el primer paso que Cuomo admitiera su culpa.

Ambos funcionarios pertenecen al Partido Demócrata, por lo que en numerosas ocasiones anteriores al decreto final del caso Cuomo, el presidente estadounidense se negó a emitir declaración alguna sobre el asunto.

Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, llamó “aberrantes” a las acusaciones del gobernante de Nueva York, además de recalcar que este violó varias leyes, tanto estatales como federales entre los años 2013 y 2020 al besar, acariciar y hacer comentarios inapropiados hacia sus colegas.

El informe final del caso está compuesto por 169 páginas, contando también con 11 denunciantes, 9 de ellas trabajadoras o ex-trabajadoras del estado, aunque todas ellas sostuvieron que el comportamiento del político era perturbador, humillante e inapropiado.

Respecto a la sentencia, Cuomo negó rotundamente todas las acusaciones en su contra, insistiendo en que la realidad era muy diferente a lo retratado en el reporte final de su caso.

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