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Free Guy: 10 cosas que hizo bien la película

Razones por las que vale la pena ver Free Guy: Tomando el Control

Este verano, Free Guy: Tomando el Control se estrenó en cines y tuvo un éxito enorme a nivel mundial aún con las normas de seguridad ante la recurrente pandemia global por COVID-19, sorprendiendo a muchos espectadores y críticos del área, posicionando la película como una de las favoritas de los fans gracias a la acción y entretenimiento humorístico que nos regala Ryan Reynolds.

La cinta fue dirigida por Shawn Levy, (director también de películas como Una Noche en el Museo 3: El Secreto de la Tumba, Gigantes de Acero y Una Noche Fuera de Serie). El guion escrito por Matt Lieberman y Zak Penn, sigue a un cajero de banco que descubre que, en realidad, es un jugador secundario de un videojuego de mundo abierto, y decide transformarse en el héroe de su propia historia… una escrita por él mismo. De pronto, se enfrenta a la misión de salvar un mundo sin límites antes de que sea demasiado tarde. Esta cinta, protagonizada por Reynolds, también cuenta con las actuaciones de Jodie Comer, Taika Waititi, Camille Kostek, Aaron W Reed, Utkarsh Ambudkar, Joe Keery, Kimberly Howe, Matty Cardarople y Lil Rel Howery.

Si disfrutaste de esta excéntrica película o si es que aún no la has visto, a partir del 3 de noviembre estará disponible en exclusiva STAR PLUS. Y a propósito de su estreno en streaming a continuación enlistamos los mejores aciertos de Free Guy: Tomando el control y por qué ha ido ganando adeptos cada vez más:

1. No necesitas ser experto en videojuegos para entenderla

Aunque esta es una película muy recomendable para los fanáticos de los videojuegos, no es necesario ser un gran conocedor en el tema para poder seguir la historia de Free Guy: Tomando el control. Incluso si nunca has jugado un videojuego, el guion hace un gran trabajo para introducir los conceptos básicos, con el fin de que puedan ser entendidos por todos los espectadores. Además, la trama también logra conectar con el público a través de la aventura, el romance, la acción y una estructura muy redonda, lo que da como resultado un filme adictivo que logra transmitir un profundo mensaje sin necesidad de ser complejo.

2. La crítica a la forma de producir videojuegos

A través de la parodia y dosis de humor, la cinta logra hacer una crítica hacia la industria de los videojuegos. Se subraya el exceso de violencia gratuita que está presente en una gran cantidad de títulos. Se aborda el objetivo mercantil con el que es diseñado este tipo de entretenimiento. Free Guy: Tomando el control propone una reflexión acerca de los hábitos como gamer para evitar el sedentarismo y la trampa adictiva que genera esta actividad. La cinta también plantea un interesante debate acerca de si los creadores de videojuegos se preocupan por producir lo que el consumidor desea o si los jugadores solo se conforman con lo que las compañías les dan.

3. Te sorprenderá saber en qué videojuegos de basaron para crear el mundo de Free Guy

Free Guy: Tomando el control toma elementos característicos de los videojuegos más populares de los últimos años y los coloca en su historia. Para empezar, la ciudad llamada Free City recuerda bastante Liberty City o Vice City, ciudades emblemáticas de la saga Grand Theft Auto. A su vez, este mundo recuerda al multijugador de GTA V donde el jugador puede hacer prácticamente todo lo que se le antoje, desde conducir el coche deportivo más lujoso del momento, arrasar con todo con un tanque o disparar todo tipo de armas, ya sean escopetas, rifles de asalto o lanzacohetes.

Fortnite también está presente, pues los jugadores caen desde el cielo a la ciudad donde están a punto de enfrentarse con otras personas del mundo. Además, el hecho de tener botiquines regados por el mapa es otra característica sustancial del famoso Battle Royale. El sistema progresivo de niveles donde mientras uno siga subiendo tendrá mejores recompensas y más puntos de experiencia es una clara mención al famoso pase de batalla.

Por si fuera poco, tópicos de Warzone, PUBG, Free Fire o Apex Legends están presentes en el momento de enfrentar a los jugadores entre ellos con skins, camuflajes y monedas del juego.

4. Ryan Reynolds: Su simpatía y la manera en la que modificó el guión

El escritor Matt Liebermann tenía el primer borrador desde el 2016, pero Hollywood no se interesó en su idea en aquellos años, por lo que decidieron enlatarlo hasta que sonara más llamativo. En este primer guión, el personaje de Guy era cínico, pero tras la llegada de Ryan Reynolds (quien además es productor de la cinta) cambió este hecho y lo dotó de más energía, al punto de estar más satisfecho con la vida.

Al darle varias revisiones al guión, Reynolds propuso agregar otro Guy, quien a fin de cuentas terminaría siendo Lil Rel Howery bajo el nombre de Buddy. El punto de tener a este personaje, era que Guy no estuviera solo al inicio de la historia y tuviera un amigo con un trabajo similar al de él. Uno siendo banquero y el otro siendo un guardia de seguridad.

5. La creación de los efectos especiales

Cuando se lleva el videojuego al mundo del cine se atraviesan grandes dificultades. Una de ellas y de las más importantes, es ver cómo adaptar el espacio físico a la realidad. A veces no basta con colocar elementos que existen en el mundo virtual y colocarlos en un set, sino que hay que adaptar y señalar qué es lo que funciona en un lenguaje y qué es lo que no.

Las calles de Boston funcionaron como el lugar perfecto para construir Free City a partir de un meticuloso diseño de producción. Aquí se construyeron sets que pudieran existir tanto en el mundo real como en el de los videojuegos, de esta forma ambos mundos convergerían de manera natural y sólo tendrían que quitar y poner piezas en el set.

6. La importancia de los NPCs (Personajes no jugables)

Franquicias como Dark Souls, Skyrym, Fallout o Red Dead Redemption han usado a los NPCs como han querido durante años. Si bien el hecho de tener a este recurso dentro del videojuego sirve para dotar de vida a los mundos abiertos, de cierta manera el jugador no muchas veces se les presta atención o sólo son vistos como puntos en el mapa para tener diálogos aburridos y misiones secundarias. Y sí, los NPCs cumplen con su propósito de guiar a los jugadores en dado caso de estar perdidos, pero se les puede dar más importancia, aunque esto no sea obligatorio.

En Free Guy: Tomando el control por fin se les da un papel más relevante como una comunidad que piensa y razona por su existencia. Desde el hecho de que el protagonista tiene el arquetipo del NPC más común de todos y que poco a poco se da cuenta de cuán importante es en este mundo. Un NPC que es consciente de lo que es y que quiere llegar a hacer más en su vida y por la de todos sus amigos es algo que pocas veces se verá tanto en el cine como en los videojuegos.

7. Secuaces reciclados de otros juegos

La consciencia que va adquiriendo Guy sobre el mundo en que vive conforme va a avanzando la película favorece a que esta realice un comentario acertado sobre los antagonistas genéricos que los videojuegos reciclan una y otra vez. Sean vaqueros redneck sacados desde el oeste donde se desarrolla la trama de Red Dead Redemption, agentes especiales similares a los vistos en la franquicia Hitman, un boxeador o un ninja que bien podrían formar parte del roster de Street Fighter, entre otros arquetipos más, la película se encarga de presentarlos satíricamente, exagerando sus características y desechándolos cómicamente para exigir a las grandes corporaciones mundos mejor perfilados, con mejores historias, así como personajes que no sean un estereotipo andante.

8. Jodie Comer y sus diferentes matices

Del odio al amor solo hay un paso, prueba de ello es la interpretación camaleónica de Jodie Comer como Millie: un personaje divertido, extravagante, irreverente y vulnerable en justa medida que consiguió robar nuestros corazones mientras desvanecía de nuestras mentes la imagen fría y calculadora que teníamos de ella por su personaje en la serie Killing Eve. La versatilidad de un actor es la clave para su éxito y la forma en que Comer utiliza su rol en Free Guy como un escaparate de sus talentos es digna de reconocimiento.

9. Cameos inesperados

Si hay algo en lo que Free Guy: Tomando el control es ambiciosa es en sus referencias a la cultura popular. Desde una aparición sorpresa de Channing Tatum realizando una divertida rutina de baile a lo Magic Mike, Ryan Reynolds luchando por liberarse de la interfaz con el sable de luz de Luke Skywalker o el uso del escudo del Capitán América y los puños de Hulk como un arma casual, entre otras sorpresas, la película de Shawn Levy consigue mantener nuestra atención mientras despierta nuestra nostalgia cada que reconocemos alguno de estos guiños en su mundo ricamente detallado, recordando un poco al efecto que tuvo la cinta Ready Player One: Comienza el Juego en 2018.

10. La diferencia entre Free City y el mundo real

Si hay algo que no se le puede criticar a Free Guy: Tomando el control son sus exquisitos efectos visuales, los cuales son desplegados a toda potencia cuando la curiosidad de Guy lo lleva a colocarse unos lentes que le permiten despertar la consciencia de su existencia en un videojuego de mundo abierto, algo similar a lo que hizo Matrix con la píldora azul y píldora roja. La ejecución de esta idea favorece la existencia de un contraste visual entre ambos mundos que se ve marcado por colores vibrantes, en su mayoría neón, que dotan de una apariencia fantasiosa al entorno perfecta para que todo pueda suceder sin que se cuestione la lógica o las leyes físicas, dando como resultado una experiencia cinematográfico única con efectos especiales de primer nivel.

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