Durante el domingo, rebeldes hutíes comunicaron que habían capturado un buque perteneciente a Israel. El carguero es propiedad de una empresa británica y controlada por la naviera japonesa Nippon Yusen.

Entre la tripulación se encuentran marineros de origen búlgaro, filipino, ucraniano, rumano y mexicano. Específicamente, dos personas de origen mexicano se encontraban en el barco cuando la captura comenzó.

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Lo anterior lo dio a conocer por medio de un comunicado de prensa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Esto se informó por medio de la embajada de Arabia Saudita, que se mantiene alerta ante la evolución del secuestro en aguas internacionales del mar Rojo.

“A partir de que se tuvo conocimiento de este lamentable hecho, la Embajada de México ha realizado gestiones mediante canales diplomáticos para corroborar la situación de la tripulación y ha tenido comunicación con representantes de la embajada de otros países”, aseguraron.

Por su parte, los hutíes involucrados en el secuestro aseguran que están tratando a los tripulantes de acuerdo a las enseñanzas y los valores del islam y que todos aquellos barcos que pertenecen a Israel serán un objetivo para ellos.

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