Un cambio histórico en la ley laboral en México está a punto de aprobarse pues recientemente alcanzó su última etapa y va rumbo a la Cámara de Diputados.

La iniciativa propone una jornada de 40 horas semanales para los empleados con dos días de descanso obligatorio lo cual supone una reducción de 8 horas mismas que afectarán especialmente a los dueños de pequeñas y medianas empresas.

Nacido bajo la idea de la diputada morenista Susana Prieto Terrazas en marzo pasado, dicho plan se sometió a una serie de discusiones para que luego un dictamen pasara a la Cámara de Diputados, ahí en varios foros con la opinión de expertos, magistrados, académicos, dirigentes sindicales y empresarios se tomará la decisión final, ya sea el consenso para su aprobación o en su defecto el rechazo.

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El objetivo de la iniciativa es mejorar el rendimiento de los trabajadores, pues ¨si descansan más producen más¨, según la diputada Terrazas. Tras el alegato de que el costo de la nómina subirá, un análisis determinó que el aumento no rebasa el 2% de los productos terminados a la venta del público, lo cual ¨no representa una amenaza para los empresaros¨, dijo.

Se espera que el voto determinante se emita antes del 15 de diciembre y para ello debe obtener un 51% de aprobación; de avalarse se generaría la modificación correspondiente no solo en la Ley Federal del Trabajo sino en la propia Constitución.

La jornada de 40 horas ha sido implementada en otros países teniendo éxito y mejorando la productividad, reduciendo, a su vez, drásticamente el estrés laboral, promoviendo la convivencia familiar y el bienestar personal.

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