Los Ángeles, 1 feb (EFE).- El Compton Cricket Club está integrado por jóvenes latinos y afroamericanos que han encontrado en este deporte una alternativa para escapar del riesgo de caer en el violento mundo de las pandillas.
Tras 14 años de fundado y tres giras por Inglaterra, los miembros del club acaban de partir a Australia, en donde serán embajadores de buena voluntad y recaudarán fondos para las víctimas de las inundaciones en Queensland (noreste), que dejaron en enero miles de damnificados.
El club de criquet es el primero y único de su tipo formado en su totalidad por estadounidenses que han aprendido normas de conductas básicas que no ven en las peligrosas calles de sus barrios de origen.
"Empezamos este equipo con los chicos que estaban en peligro de vincularse a las pandillas y de meterse en actividades subversivas en las calles de Compton, con el fin de crear ciudadanos responsables y mejorar sus vidas a través del juego", dijo a Efe la productora y activista Katy Haber, cofundadora del equipo.
El club nació en 1995 como los Homies and Popz de Compton y fue idea de Haber y el activista Ted Hayes, quienes decidieron que las lecciones de civismo que daba el criquet eran perfectas para la desordenada vida de los desamparados de Los Ángeles.
Con el tiempo, el mismo éxito en el programa, que logró hacer que varios jóvenes pudieran encontrar nuevos rumbos en sus vidas, se convirtió en una opción para otros de comunidades poco favorecidas.
"Llevamos el equipo (a Australia) para mostrar que el criquet funciona como una alternativa y sirve para que los chicos de nuestras comunidades pasen las diferentes etapas de sus vidas de manera segura y sin sufrir los nocivos efectos de las calles", comentó por su lado Theo Hayes, hijo del fundador y capitán del equipo.
Emidio Cazarez es un latino que lleva 14 años practicando este deporte, al que le agradece haberlo alejado de los problemas cotidianos que deben enfrentar otros en su comunidad.
"En mi caso, yo creo que sí me ha ayudado. Uno cuando está chiquillo hace cosas que no debería, se mete en problemas con las travesuras, que es lo único que uno sabe hacer, Dios y mi familia me han ayudado a entretenerme y me han colocado reglas", afirmó.
Aunque Emidio también se confiesa aficionado al fútbol, reconoce las particularidades que hacen del criquet una disciplina ideal en los años formativos.
"El criquet tiene un respeto para el árbitro que no existe en el fútbol, siempre se ve que andan alegando y peleando hasta que les sacan una tarjeta por reclamar. A nosotros nos enseñan que si el árbitro dice ya estuvo, pues ya estuvo, creo que eso le ayuda a uno en la vida porque hay cosas que no nos gustan pero que son correctas y hay que aceptarlas", dice Cazares.
Con el deporte, Emidio y sus compañeros de Compton no solamente llevan vidas productivas, sino que han tenido la oportunidad de viajar y conocer lugares y personajes que solamente imaginaban.
"He ido a lugares donde nunca pensé: al Palacio de Buckingham, a conocer al príncipe William. Quien iba a pensar que yo estaría ahí con él tomando té", contó el hispano sobre su visita a Inglaterra en 2009.
El nuevo tour también será la oportunidad perfecta para que los jugadores promuevan un tema de rap titulado "Balas", que han subido a Youtube y con el que intentan reclutar nuevos miembros, hablando sobre las ventajas del deporte pero en el lenguaje de las calles.
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Utilizan el criquet para salvar las vidas de jóvenes latinos en peligro de caer en pandillas
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