Un día Brent Underwood, un estadounidense de 38 años de edad, sintió que a su vida acomodada en Austin, Texas le faltaba algo. Para cubrir esa necesidad hizo uso de los ahorros de toda su vida y compró una vieja mina de plata ubicada en Cerro Gordo, California, en donde sobreviven las ruinas de un pueblo fantasma.

La compra se realizó durante el 2018 por una suma total de $1 millón 400 mil dólares. La mina de plata ubicada sobre el Valle de la Muerte, había sido en el siglo XIX un centro próspero con alrededor de 4 mil habitantes. Su época de apogeo fue en el año de 1865, cuando se encontró una veta de plata en las colinas y el pueblo se convirtió en el mayor productor de plata en Estados Unidos, cuyas ganancias habrían llegado a los $50 millones de dólares de hoy en día.

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Todo cambió en el año de 1930, cuando las minas cerraron y los habitantes se fueron en busca de prosperidad. El pueblo quedó completamente abandonado con un solo cuidador, Robert, que vigilaba el pueblo de los saqueadores.

Brent vio en el lugar un escape de la ciudad y más que eso, vio al pueblo fantasma como un punto turístico en el cual, viajeros podrían llegar y hospedarse. Convenció a un grupo de inversionistas y desde entonces ha intentado llevar a cabo la titánica tarea de reconstruir él solo el pueblo, en donde solo quedaban de pie 22 edificios, incluído una iglesia, un hotel y un almacén general; mil 300 tumbas reposan en el panteón del pueblo fantasma.

Claro que llevar a cabo dicha tarea presenta una serie de dificultades, por ejemplo la soledad en la que se encuentra. Para poder conseguir algún producto, material, o alimento debe realizar viajes de hasta 3 horas para obtenerlos.

Durante las nevadas el lugar queda inaccesible; la señal de teléfono es insuficiente y no cuenta con agua potable.

Sin embargo, a pesar de las dificultades que presenta, Brent es optimista y busca llevar a cabo su propósito. Revivir el pueblo fantasma y convertirlo en un punto turístico.