Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, agradeció hoy a su homólogo mexicano, Felipe Calderón, sus esfuerzos para detener y llevar ante la justicia a los responsables del asesinato del agente estadounidense de inmigración y de aduanas.

El mandatario estadounidense conversó esta noche por teléfono con Calderón y le agradeció la detención por parte del Ejército de México de uno de los probables responsables del homicidio del agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Jaime Zapata.

"El presidente Obama habló esta noche con el presidente Felipe Calderón y le agradeció los esfuerzos de México por llevar ante la justicia a los asesinos del agente especial Jaime Zapata de ICE, incluido el arresto hoy de uno de los presuntos asesinos", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en un comunicado.

Obama le dijo a Calderón que ni Estados Unidos ni México pueden tolerar actos de violencia contra quienes están al servicio de los ciudadanos y los protegen, como lo hizo "tan desinteresadamente toda su vida" el agente estadounidense, según la residencia presidencial.

El presidente estadounidense le aseguró además a su homólogo mexicano que está deseando recibirle el próximo 3 de marzo en la Casa Blanca para hablar sobre la "importante" relación bilateral y asuntos internacionales claves, agrega el comunicado.

El agradecimiento de Obama a Calderón se produce poco después de que también la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, recibiera con beneplácito la noticia de la detención de uno de los presuntos autores del homicidio del agente, y reiterara que Washington seguirá apoyando a México con todos los recursos a su disposición en la investigación en curso.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México informó hoy que personal militar mexicano detuvo a uno de los probables responsables del homicidio el pasado día 15 del agente.

Hace ocho días, Zapata fue asesinado en el estado mexicano de San Luis Potosí, de varios disparos cuando un grupo de desconocidos le sorprendió junto con su compañero, Víctor Ávila, con quien viajaba en un automóvil blindado.

Zapata, de 32 años, vivía en Laredo, Texas y estaba cumpliendo una misión temporal en México.