(Fotografía: Vista general de feligreses asistiendo a Circo Massimo en la noche de vigilia previo a la beatificación mañana del papa Juan Pablo II. Unas 200 mil personas, según la policía, se reunieron en esa ciudad italiana para conmemorar al papa Wojtyla, al que consideran ya "santo"
.
La vigilia estuvo articulada en dos partes. La primera, "Celebración de la Memoria", comenzó con una procesión de 30 jóvenes romanos con antorchas que homenajearon la imagen de Maria Salus Populi Romani, la patrona de Roma, presente en el acto.
Después intervinieron Navarro Valls, Marie Simon Pierre y Dziwisz.
La segunda parte fue la "Celebración de los Misterios Luminosos del Santo Rosario", que fueron introducidos por Juan Pablo II durante su papado.
El rosario se recitó en conexión directa con los santuarios de la Virgen de Guadalupe, Fátima, Lagniewniki, Kawekamo-Bugando y Notre Dame del Líbano.
En Guadalupe se pidió por la esperanza y la paz de los pueblos, en Fátima, por la Iglesia; en Lagniewniki, por los jóvenes; en Kawekamo-Bugando, por la familia; y en Notre Dame del Líbano, por la evangelización.
Al final el papa Benedicto XVI imparte la bendición apostólica desde el Vaticano.
Durante la vigilia se cantó por primera vez el himno del beato Juan Pablo II "Abrid las puertas a Cristo", uno de sus lemas.
Una vez concluida, los fieles se dirigieron a ocho céntricas iglesias de Roma que estarán abiertas toda la noche en la llamada "Notte bianca di preghiera" (la noche blanca de los rezos).
A las cinco y media de mañana, 1 de mayo, se permitirá el acceso a la plaza de San Pedro, donde a las diez de la mañana de Roma, dos de la mañana en San Diego, comenzará la ceremonia, presidida por Benedicto XVI y sólo concelebrada por los cardenales presentes en Roma y el que fuera secretario de Juan Pablo II Mieczslaw Mokrzycki.
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