TIJUANA Su padre, Porfirio De la Mora, fue boxeador cuando todavía él no nacía y su tío, Luis Buki Mora, fue uno de los mejores púgiles de la frontera a finales de la década de los 1980 cuando él apenas daba sus primeros pasos.
Mientras que sus primos mayores, Martín Mora y Pablo de la Mora, también se dedicaron al boxeo profesional un tiempo contendiendo en diversos foros de los Estados Unidos y México, aunque a pesar de su esfuerzo nunca pudieron pelear por un campeonato.
David De la Mora, El Morita, de 23 años, el más pequeño de esa familia de peleadores cumplirá el anhelo que desde hace tres décadas tuvo su padre, quien comenzó esta dinastía de boxeadores.
El próximo 31 de agosto el invicto púgil tijuanense peleará en Tokio, Japón, por el campeonato gallo (118 libras) de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ante el monarca nipón Koki Kameda, de 24 años.
"En mi familia muchos lo intentamos y no pudimos, ahora él tiene esa oportunidad y nosotros lo que le decimos es que la aproveche, tiene ya toda la experiencia para pelear un campeonato del mundo y ganarlo", dijo Porfirio de la Mora.
Él es taxista en la ciudad de la compañía Taxis Amarillos. Cada vez que su hijo pelea en esta frontera hay por lo menos 200 choferes de esa empresa que se distinguen por sus camisas amarillas.
Porfirio dirige actualmente el comité municipal de boxeadores amateur en Tijuana, un organismo que impulsa torneos entre clubes de boxeo de la entidad y del sur de California, donde El Morita destacó en su adolescencia en más de 80 peleas.
"Estoy llevando esta noticia muy tranquilo", dijo David de la Mora. "Apenas hace una semana vi el contrato y me la creí, pero no quiero saber mucho del tema para no presionarme. Estoy haciendo mi vida normal y entrenando".
Por "vida normal" El Morita se refiere a levantarse a las 5 de la mañana para ir a correr una hora, hacer una dieta baja en grasas y carbohidratos que lo mantenga por debajo de las 130 libras, ir a la universidad privada CUT donde estudia el tercer semestre de la licenciatura en Comunicación y Publicidad, entrenar dos horas en el gimnasio de box del Crea y dormir antes de las 10 de la noche.
Actualmente la división en la que pretende ser monarca universal está dominada por el filipino Nonito Donaire, quien es campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Le siguen el estadounidense Joseph Agbeko, campeón de la Federación Internacional de Boxeo; el tapatío Abner Mares, primer retador a los títulos que ostenta Donaire, y el ex campeón mundial armenio Vic Darchinyan.
El japonés Kameda es el monarca más débil de la división de los gallos, de acuerdo con las páginas especializadas fightnews.com y boxrec.com, y por eso es una oportunidad única para De la Mora, quien está como uno de los mejores doce retadores en los principales organismos de boxeo.
"Es un boxeador parado, que contragolpea y de guardia muy cerrada, es zurdo", explicó el púgil tijuanense. "En los videos que hemos visto se ve que es un showman, muy protagonista; pero no aguanta los golpes arriba. No se ve invencible".
Kameda (25-1-0-16 nocauts) comenzó a pelear en peso mosca (112 libras) y ante el mexicano apenas será su tercer combate en gallo, donde no ha podido noquear. Ganó el título en diciembre pasado tras vencer al venezolano Alexander Muñoz en Japón, donde ha realizado 24 de sus 26 contiendas.
"Creo que Soto ha sido el rival más difícil que he tenido y es quizá mejor peleador que Kameda", señaló De la Mora (23-0-16 nocauts).
El sinaloense Jovanny Soto enfrentó al tijuanense en marzo del año pasado por el campeonato gallo de la Fecarbox que avala el CMB. Más alto y de mayor alcance, Soto puso en malas condiciones a El Morita en el primer round, pero éste le dio la vuelta al emotivo combate mostrando inteligencia, velocidad y buen boxeo. En el séptimo asalto De la Mora noqueó a su rival ante un público de pie.
Previo a partir a Japón, David escucha casi a diario los consejos de su familia y de sus entrenadores, Rómulo Quirarte y sus hijos Rómulo y Roberto: "Disciplina", "correr todos los días", "no distraerse", "tomarse las cosas con seriedad", en fin.
A los 12 años, cuando comenzó a pelear en amateur, se soñaba como ahora rumbo a un campeonato mundial, aunque por el momento quiere pensar poco en el tema pese a la insistencia y a la emoción que apenas disimula.
Omar Millán escribe para Enlace, el semanario en español del San Diego Union Tribune, editorial@mienlace.com
Comentarios
Facebook
SanDiegoRed
Nuevos
Mejores