Hijo de educadores, creció con un gran sentido del deber, del perfeccionismo y de la responsabilidad, en una casa donde no faltaban libros y títulos académicos.
Formado en postgrado en las aulas del ITAM, Virgilio Muñoz sabe muy bien cuál es su tercer apellido: Tijuana. Un apellido que ni a 3 mil kilómetros de distancia está lejos.
Muñoz Alberich tiene presente la gran responsabilidad que los adultos tenemos frente a las nuevas generaciones y lo recuerda cada que su pequeña hija Valentina abre la puerta del cuarto y le hace preguntas sobre el mundo.
En su complicadísimo papel como director general de Estrategia y Comunicación, Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República, cada cierto tiempo escribir cartas y notas aclaratorias a columnistas consagrados como el mismísimo Miguel Ángel Granados Chapa (q.e.p.d.) o Sergio Sarmiento.
Elevadas dosis de frialdad y un engranaje racional en perfecto funcionamiento son las armas del joven Virgilio, un muchacho serio que rara vez se ríe. Esto es lo que nos platicó.
¿Qué representa Tijuana para ti?
Siempre cargas con la ciudad, más como tijuanense. Siempre la llevas donde estés, vivas ahí o no, la ciudad te marca, es un paso adicional de tus historias, de tus anécdotas, de la historia de tus padres. Tijuana es una escuela que me ha permitido sentir el honor de formar parte de una comunidad y de ver cómo contribuyes y cómo le regresas todo lo que te ha dado.
¿Sientes nostalgia por Tijuana ahora que estás lejos?
Con Tijuana no hay lejos, Tijuana siempre está cerca. Me tocó formarme profesionalmente fuera pero Tijuana siempre ha estado muy cerca, sea por la música, por la gastronomía, por la cultura. A diario leo la prensa de Tijuana y nunca he dejado de sentirla cerca y sé que me estoy preparando para regresar a ella.
¿Cuál es tu concepto de comunidad?
La comunidad es un proceso de construcción y la ciudad es ese espacio que te permite desarrollarte como persona y a la vez como comunidad. Es como un edificio ¿qué pasaría con éste si el plomero o el electricista nos fallaran, o si la autoridad construyera uno donde no se puede construir?
¿Qué representa la familia para ti?
La familia para mí es el eje central de mi conducción como persona. Vengo de una familia de maestros: mis abuelos, mis padres. Ellos me inculcaron un alto sentido de responsabilidad.
Para mí la familia es algo que trasciende por mucho las puertas de la casa y que se lleva a la vida en comunidad. A mí siempre me ha gustado poder contribuir con la comunidad a partir de las virtudes que te lleva una vida familiar estable.
¿Cuál es tu reto como padre de familia?
Ahora nos pasa con nuestra hija, ¿cómo hacer para que ese orgullo por la gastronomía, por la música, por la cultura de Tijuana la sienta nuestra hija? ¿Cómo hacer para que se sienta orgullosa de la región de la que forman parte no solo sus padres, sino todos sus antepasados?
¿Cuál es para ti el proceso ideal de aprendizaje?
Hay dos vías: una es el amor por los libros y la cercanía con el conocimiento, y lo que yo trato de inculcarle a Valentina es el amor por la tierra, por los alimentos, por la música, le cuento muchas historias de la región.
Lo otro es escuchar la enseñanza de las nuevas generaciones. Ella tiene que aprender, formar su propio juicio, deliberar. Yo creo que tenemos que construir más ágoras como en la antigüedad, lugares donde se forje el debate, el intercambio de ideas de altura.
¿Qué sientes al ver crecer a tu hija?
Siento el regocijo de una formación que está en ciernes, quiero deliberar no imponer, porque yo así aprendí, y al mismo tiempo siento una enorme responsabilidad, mi mujer se encarga de temas ambientales y yo de la parte del debate político, creo que mi deber como mexicano es trasmitirle el valor de la ciudadanía.
¿Cuál es el lugar de Tijuana en el contexto nacional?
Afortunadamente mi padre nos inculcó que antes que nada un mexicano debe conocer su país y tuve la oportunidad de conocer casi todo el territorio mexicano.
Me gusta la riqueza y la variedad que existe a lo largo: comunidades con vocaciones económicas muy identificadas, comunidades con una vida social muy compenetrada, comunidades con gran colorido, con gran música, con gran gastronomía.
Creo que Baja California es un estado vibrante en términos políticos, sociales y culturales, que marca una diferencia y una diferencia significativa ha sido por ejemplo Tijuana Innovadora.
¿Qué es la amistad para ti?
La amistad es la valija de viaje que llevas siempre en tu vida, el mecanismo por el que puedes tener un aprendizaje. Hay amistades en términos de compañerismos, generacionales, amistades con los que compartes gustos de música, literatura. Hay amistades consejeras, amistades más emocionales.
¿Qué significa la frontera?
La frontera es algo que no hemos sabido aprovechar como país con todo su potencial. La frontera es una comunidad vibrante, una comunidad sin tabús que como mexicanos debemos evolucionar hacia una vida de frontera, aprovechar a cabalidad nuestra cercanía y nuestra vecindad con los Estados Unidos. La frontera es uno de nuestros mayores retos.
¿Qué piensas de la globalización?
Es la etapa que nos toca vivir como humanidad y debemos aprovechar al máximo este fenómeno que nos define en el ámbito económico y social y entregarnos a ese elemento característico que nos define en el mundo de las ideas.
Creo que el hecho de poder 'tuitear' con el director de un periódico en España, con un funcionario de Estados Unidos, de intercambiar opiniones con un candidato presidencial en Chile, de hablar y encontrar patrones de crecimiento de tu vida personal, social y comunitaria a través de la red es fascinante. Creo que la globalización es uno de los diablos mal entendidos de nuestro tiempo.
¿Qué representa para ti la transparencia?
La transparencia en la sociedad, no sólo en el gobierno, sino en las empresas, en la vida comunitaria es un elemento fundamental del juego democrático. Sería impensable la democracia sin transparencia.
El futuro inmediato, ¿qué retos te depara?
Lo que nos toca, a mi generación, es qué hacemos para que la siguiente generación sea mejor que esta. Es lo que reflexiono algunas mañanas cuando Valentina va y me toca la puerta para que le cuente un cuento.
¿Cómo hacer para que esta generación que viene sea mejor?, no solamente en términos de la formación que yo le quisiera brindar, sino en el rango profesional, generarle un contexto de mucho mayor equidad en términos del mundo que le va a tocar vivir e inculcarle la responsabilidad frente a la comunidad en la que va a vivir.
Creo que la gran lección que nos deja la generación anterior es que la historia no se termina, que la historia sigue adelante y que nosotros podemos poner mucho de nuestra parte para que esa historia sea mejor.
Esta es una entrevista de la serie que estaremos ofreciendo: Tijuanizando México.
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