El pasado viernes, cinco bandas de rock en español tomaron el escenario del 4th & B en San Diego como parte del "Latin Rock Festival" que llegó a esta ciudad.

El buen ambiente de los asistentes fue constante a pesar de que el lugar lucía a la mitad de su capacidad.

La velada abrió al son cumbianchero de "El sonido Callejero". Posteriormente, los tijuanenses, "Kung Fu Monkeys" pusieron el toque punk de la noche con un set muy prendido que puso a muchos de los asistentes a corear las canciones con brazos al aire.

Alrededor de las 9:30 de la noche las trompetas del grupo "Inspector" subieron al escenario para abrirle paso a su vocalista, Big Javi, quién vestido de negro con su estilo característico de los sesentas y su potente voz puso a gritar a jovencitas en la primera fila.

Al terminar su repertorio, los regios dieron paso a una de las bandas más esperadas de la noche.

La noche se la llevó "La Lupita", que subió al escenario cual reyes consagrados del rock con la misma energía, o tal vez más que en sus primeros "toquines" hace más de dos décadas.

Su dominio del escenario no dejó notar que apenas un par de horas antes de subir los miembros del grupo se encontraban bajo mucho estrés ya que sus instrumentos no llegaron con ellos al aeropuerto.

"Jamás nos había pasado algo así, ni siquiera pudimos disfrutar el día en San Diego por el pendiente de los instrumentos que no llegaban", comento Lino Nava, guitarrista de la "La Lupita".

Seguidores de la banda corearon sus éxitos y disfrutaron de un recorrido por toda su discografía. "La Lupita" no se despidió sin antes complacer con la canción mas pedida de la noche, "Contrabando y Traición", cover tributo a "Los Tigres del Norte", que cuenta la historia de un contrabando que arribó a la ciudad de San Ysidro proveniente de Tijuana.

El maratón musical llegaba a su recta final para cerrar con broche de oro con uno de los mejores expositores de la fusión musical entre rock, jazz, electrónico, hip hop y música alternativa mexicana.

"Plastilina Mosh" puso a brincar y a cantar a todos los asistentes con sus éxitos "Castígame", "La nalguita" y su clásico "Niño bomba".

Lamentablemente por la inoportuna reacción de uno de los asistentes, la noche que estaba por terminar con un muy buen sabor de boca terminó algo amarga.

Un joven que se encontraba a solo unos metros del escenario lanzó un vaso de plástico con hielo que fue a dar a la pierna de Alejandro Rosso, tecladista, programaciones y voz de la banda.

Jonás González, guitarra y voz se mostró molesto por el hecho, mientras le decía a su público "ya saben a quien darle las gracias por que nos vayamos antes".

A pesar de lo ocurrido muchos de los asistentes salieron satisfechos del concierto y de poder disfrutar a más de una de sus bandas favoritas en un mismo escenario.

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