En los cuentos de hadas las parejas se casan y viven muy felices. En la realidad las parejas se casan y los problemas comienzan.

¿A qué se debe esto?¿Sabemos porqué elegimos a nuestra pareja? ¿Es porque estamos enamorados? ¿Cuál es la función del matrimonio?

Una teoría es que sufrimos heridas emocionales en nuestra niñez, en ese momento no teníamos las herramientas para sanarlas y crecimos con ese niño herido dentro de nosotros.

Al casarnos, inconcientemente elegimos a una pareja que no necesariamente sea como nuestros padres, pero que tenga las características de ellos que más nos hirieron en nuestra niñez.

Si por ejemplo lo que más me lastimaba en la infancia era el abuso emocional de mi madre, es probable que la pareja que elija va a explotar fácilmente, va a hablar fuerte y va a hacer que reviva el miedo que sentí en mi infancia.

Con el matrimonio tenemos la oportunidad de sanar si así lo decidimos. En lugar de vivir en una pelea constante con nuestra pareja por miedo a sentir ese dolor que teníamos guardado o refugiarnos como lo hacíamos en la infancia, ahora podemos explorar nuestro dolor descubriendo recursos y herramientas que en la niñez desconocíamos, encontrando la fuerza y la seguridad dentro de nosotros mismos.

Si fallamos en este cometido y decidimos buscar otra pareja antes de encontrar nuestra fuerza y sanar nuestras heridas lo que pasará es que repetiremos el patrón y escogeremos una pareja con las mismas características que la pasada.

Nuestra pareja aprieta esos botones que nos hacen reaccionar con ira, tristeza o desesperación para así aprender a dejar de reaccionar en automático y conocernos más para tomar responsabilidad de nuestra vida y nuestras acciones.

Si no lo hacemos viviremos repitiendo los mismos patrones por años y años.

Juan y Mónica vinieron a terapia porque Juan explotaba en agresión cada que Mónica iba a su país de origen a visitar a sus familiares. Al explorar su infancia encontramos que Juan se sintió abandonado por sus padres que viajaban demasiado. El enojo que Juan mostraba a Mónica sólo escondía el dolor y el miedo al abandono que experimentó en su niñez.

Rita y Pedro buscaron ayuda profesional porque Rita se sentía totalmente ignorada por Pedro, mientras que él se sentía abrumado por los reclamos de Rita.

Al indagar en su niñez Pedro comentó que el continuo reclamo de su madre lo hacía sentir incompetente y poca cosa y para protegerse se aislaba en su cuarto y no hablaba con nadie.

A su vez Rita creció con una madre ocupada en su trabajo y que no tenía tiempo para sus hijos sintiéndose totalmente ignorada. Con sus reacciones los dos estaban despertando en el otro los dolores de la infancia. Al darse cuenta de cómo repetían los patrones de su niñez y el dolor que estos les producían, pudieron comprenderse y cambiar actitudes para lograr llevar una vida más armoniosa.

Es importante revisar los botones que nuestra pareja aprieta y entender nuestro dolor y nuestras reacciones. El hecho de hacerlo conciente en lugar de actuar en automático ya es un cambio positivo en nuestra relación.

"Y se casaron y tuvieron muchos problemas que supieron entender y resolver, obteniendo así un crecimiento personal y de pareja viviendo una vida mas plena".