Fútbol

Fallaste corazón, no vuelvas a apostar

Fernando Quirarte nunca debió de haber aceptado ser entrenador de las Chivas

Maldito corazón me alegro que ahora sufras/ que llores y te humilles ante este gran amor/ La vida es la ruleta en que apostamos todos, y a ti te había tocado nomás la de ganar/Pero hoy tu buena suerte la espalda te ha volteado/Fallaste corazón no vuelvas a apostar.

Las estrofas de esta canción, Fallaste corazón, compuesta por el legendario compositor mexicano Cuco Sánchez, le cae como anillo al dedo al entrenador de las Chivas del Guadalajara, Fernando Quirarte.

En este mismo espacio editorial sostuve que El Sheriff había cometido un grave error al aceptar la posición de director técnico del conjunto tapatío en sustitución de José Luis Real.

Era fácil anticipar lo que le sucedería a Quirarte, quien entró a dirigir al cuadro rojiblanco en la jornada 10 del Torneo Apertura 2011.

José Luis Real fue el arquitecto de éste equipo y a pesar de haber caído en un bache a mitad de temporada, el dueño de las Chivas Jorge Vergara, debió haberlo apoyado para que culminara su proyecto.

Real es pieza instrumental en el florecimiento de los jóvenes que han convertido al Guadalajara en un equipo alegre, ofensivo y espectacular.

No había ninguna necesidad de que el director deportivo del equipo, el médico cirujano, Rafael Ortega, haya sugerido a Vergara la salida de Real en favor de la llegada de Quirarte.

La exclusión de Real no fue bien vista por los jugadores de Chivas quienes aprecian entrañablemente al hombre que desde niños los apoyó para llegar a ser futbolistas profesionales en el club más popular de México.

Quirarte jamás debió de haber aceptado ser el sucesor de Real porque, como lo afirmé en su momento, no tenía nada que ganar.

Si Guadalajara hubiera salido campeón, la gloria hubiera sido para Real que en realidad fue el hombre que armó este equipo, que trabajó a esta generación de jugadores y el que soportó las presiones de un jefe intransigente.

Al tomar el puesto de entrenador de Chivas, Quirarte se expuso a ser el blanco de todas las críticas en caso de que llegara el fracaso, tal y como sucedió con la eliminación del equipo ante Gallos Blancos de Querétaro.

Quirarte realizó una apuesta absurda, puso su capital profesional sobre la mesa y jugó al todo o nada.

El resultado fue terrible para él y por el resto de su vida cargará con una tristeza que jamás podrá arrancarse del alma.

No era el tiempo adecuado para que Quirarte tomara las riendas de Chivas pero al ver que le ponían a su disposición un plantel joven y de calidad, los ojos se le abrieron, se frotó las manos y pensó que su momento de gloria había llegado.

Al contrario de lo que se imaginó, Quirarte se convirtió en el artífice de uno de los fracasos más grandes en la historia del Club Guadalajara que terminó como Superlíder del Torneo Apertura 2011.

Quirarte, cuyo amor por las Chivas es inmenso, ya se veía campeón y de hecho afirmó que se retiraría una vez que consiguiera el título y prometió una peregrinación para irle a dar las gracias a la Virgen de Zapopan.

El corazón de Quirarte le dijo que apostara, él lo hizo y perdió.

Ahora, tras la amargura de la derrota y la dolorosa realidad, seguramente estará repitiendo las coplas de la canción de Cuco Sánchez: "Maldito corazón, no vuelvas a apostar".

Abraham Nudelstejer es columnista de Enlace, el semanario en español de San Diego Union Tribune. editorial@mienlace.com

Relacionado:

comentarios

  • Facebook

  • SanDiegoRed

 
 
  • Nuevos

  • Mejores

    Noticias Recientes Ver más

    Subir
    Advertising