El dinero nos compra tiempo para pensar, amar, compartir, jugar, leer, bailar, comer, reír, pero también podemos disfrutar de todas esas cosas sin él, o con lo necesario.

Pero en muchos casos, el dinero, se vuelve una enfermedad del ego. Hay personas que están ya completamente identificadas con el dinero que tienen y sin él, no sabrían quienes son.

Serían, en sus propios ojos, unos perdedores, unos pobrecitos. Se lamentarían de todo lo que perdieron y desperdiciarían sus vidas lamentando su existencia sin dinero.

¡Oh! ¡Qué tragedia! - Me acaban de contar la historia de una mujer y su esposo que ya no tienen "tanto dinero como antes", y por eso ahora son miserables y viven angustiados y no saben que van a hacer. Aunque claro aún tienen una casa gigantesca con alberca y un Mercedes Benz cada uno. Pero, ya no es como antes....pobrecita....dicen los que la conocen, pobre Tia Toñita, ¡qué ridiculez!, ¡qué vidas más vacías!, Y qué manera de pensar más miserable.

El definir tu felicidad por la cantidad de dinero que gastas y la apariencia que tienes ante la "sociedad" me parece vivir en la miseria absoluta. Es existir en una cárcel de tu propia creación. Y muchos seres en este planeta aun viven así. Llenos de preocupaciones, y todas esas preocupaciones basadas en la falta de dinero que algún día llegarán a tener. La carencia es la reina y el dinero su rey.

Hay que reinventar nuestra existencia y basarla en algo con más valor energético que un papel.

Hay que ser felices, emanar y dejar que nuestra energía fluya basada en esa felicidad que además nos permitirá atraer, como imán, aquello que realmente nos hará crecer más de esa felicidad.

Así que hoy, piensa, evalúa, conéctate al amor, respira y sé feliz, que aún estás vivo y más que nada, eres libre.

Shaula Vega es bailarina y actriz, ha participado en varios proyectos de México y Estados Unidos, puede escribirle a shaula.vega@gmail.com. Conoce su blog aquí.