Voten, aunque sea por un café y película

Columna

El domingo hay las elecciones en este maravilloso (no es sarcasmo) país llamado México. No son cualesquiera elecciones, pues nosotros en México decidimos darle no, 4, no 5, sino 6 años ininterrumpidos y seguros a un presidente, sin posibilidad de reelección. Hasta ahí, al momento de votar, llega nuestra capacidad de influenciarlo, pues tampoco hay revocación de mandato.

De aquí hasta el 2018, la única otra posibilidad de influenciar o presionar al presidente será con las elecciones intermediaras del 2015, cuando hagamos un cambio en la Cámara de Diputados, pero aún así. El voto del domingo, en esos minutos o segundos en los cuales cruzas el nombre del candidato o partido de tu preferencia son los próximos 6 años, piensa bien o úsalo bien.

Diré abiertamente que mi preferencia es que pierda Enrique Peña Nieto y el PRI, principalmente por el miedo al daño que pueden causarle a la vida democrática del país, pero también como un voto en contra del dinero excesivo en nuestras campañas. A pesar de que tenemos un sistema de financiamiento público totalmente opuesto al estilo americano, parece que sufrimos de los mismos males de comercializar las políticas públicas.

Pero Peña Nieto y el PRI,

como sabemos, ganan dividiendo el voto en contra de ellos, dividiendo a los mexicanos entre panistas y perredistas para ganar lo que sobre y una pluralidad del voto, algo que es obvio para muchos pero no para quienes más tienen la posibilidad de lograr unirse por un objetivo común. A pesar de estar en contra del PRI, los otros dos partidos han caído en su trampa.

Perredistas le gritan "fascistas" e "retrogradas" a panistas y panistas le gritan "violentos" o "porros" a perredistas, y los priistas sonríen mientras regalan muebles, escobas, maquillaje y hasta muñecos con su logo, "convenciendo" para ganar o comprar votos. Pocos votan por el PRI porque les convence, en realidad, pero muchos votan por el porque les conviene.

En un México con una izquierda menos atada al pasado, Marcelo Ebrad hubiera sido mi indisputable preferencia en las elecciones y, creo que hay consenso en esto, es quien la mayoría de los mexicanos ven ahora como el candidato del "si hubiera sido él sí". Pero no sucedió, como lo dice Lydia Cacho, y por ende se me hace difícil abiertamente y honestamente declarar mi preferencia indiscutible por una o un candidato. No me gusta la idea de 6 años más de un PAN demasiado entrometido con la Iglesia Católica y carente de las grandes ideas necesarias para que México deje de ser mediocre en ves de lograr su potencial, o mínimo cambie de paradigma.

AMLO tiene sus grandes fallas, algunas en propuestas (como el de incrementar la producción petrolera), pero sobre todo en su falta de liderazgo en temas como el aborto, matrimonios del mismo sexo, legalización de la marihuana etc. Su "progresismo" se limita a temas de movilidad social (muy necesarias, pero no es todo) e infraestructura.

La realidad es de que el candidato no es lo único que importa ya en cómo se maneja el país, como pudieron ver en la impotencia de Calderón en cuanto a sus reformas. Y la Suprema Corte de Justicia ha sido el responsable de permitir muchos de los grandes avances y atrasos sociales en México.

Considero que veo mucho más capacidad de imaginar nuevas soluciones, nuevas formas de pensar y menos corrupción con un gobierno del Movimiento Progresista, esté AMLO o no detrás de él, si sólo porque hay figuras respetables en su posible gabinete.

Terminando, no hay que dejar atrás la lección de movimientos ciudadanos y de las redes sociales. De que no es sólo el voto lo que hace una democracia, pues la participación constante

de su gente es lo que realmente importa. Carmen Aristegui una vez me hizo enojar, cuando en una columna proclamó que el objetivo final de una democracia era sólo "llegar a depositar nuestro voto" y con eso teníamos, con que sea respetado. No, no lo es. Democracia es estar siempre presentes en la mejora de nuestras comunidades y política, siempre marchando, exigiendo y subiendo videos a Youtube de actos corruptos.

Gane quien gane éste domingo 1ro de Julio,

tomen en cuenta de que no es un "por fin, no más política". Tiene que ser el comienzo de un nuevo México tanto en Los Pinos, como en nuestras vidas ciudadanas.

mjsanchezluis@gmail.com

http://sonofsancho.wordpress.com/

José Luis Sánchez Macias es licenciado de Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. Ha formado parte del equipo de iDigital Creative Studio en la ciudad de Tijuana, como Analista de Mercadotecnia y redactor de producciones, así como colaborador en la producción del primer canal público de televisión de la ciudad, el canal tvTijuana, destacando su conducción del programa CocinArte, así como asistente de producción general.

Actualmente labora como Colaborador de Redacción y Traductor de la Revista Bilingüe Empresarial Business Conexión de Tijuana.

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