
Esto ocurrió en Ohio y el tiempo en el que estuvieron prendidos fueron 32 segundos, todo lo hicieron de una manera supervisada por personas profesionales, los participantes vistieron trajes a prueba de fuego y un grupo de personas los rociaron con líquido flameable y después de 32 segundos, las llamas fueron devoradas por extinguidores.
Todo se hizo para recaudar dinero para el banco de comida de Cleveland y la fundación "Brick by brick" la cual ayuda a personas de escasos recursos en Sur África, al evento asistieron 1,500 personas.
No hubo heridos ni pérdidas que lamentar afortunadamente.
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