Era una mujer con mucho amor a los animales pues tenía 31 perros y cerca de 20 gatos. Su dedicación como activista para luchar por los derechos de los animales la colocó en el cargo de directora ejecutiva de una organización que trabajaba por esta causa, sin embargo, una vida llena de problemas la motivó a suicidarse.
Sabía que sería un gran reto encontrar un nuevo hogar para sus mascotas así que consideró que la mejor solución sería "llevárselos con ella" para que no sufrieran malos tratos con sus próximos dueños.
Según reportaron los miembros de la Fundación para la que Lertzman trabajaba, lo que más le mortificaba a la activista era dejarlos desamparados y por esto maquinó un plan para suicidarse junto a ellos :
"Era obvio que temía que después de su muerte estos perros maltratados se colocarían en peligro. Sandy pasó incontables horas todos los días cuidando de cada perro y sus problemas específicos con el amor que ella ofrecía." aclararon a través de la página web de la fundación.
La policía la encontró el cuerpo inerte de Sandra Lertzman así como el de casi todos sus perros a excepción de uno que logró sobrevivir, se encontraban dentro del auto que estaba estacionado en la cochera de su casa y de acuerdo a los reportes oficiales, falleció a causa de una intoxicación por monóxido de carbono.
Ninguno de los gatos sufrió daño alguno de acuerdo al Huffington Post.
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Elizabeth.rosales@sandiegored.com
