
El sábado, la policía fue llamada a un complejo departamental en Glendale, Arizona, por parte de Tracey Woodside, la madre de Jessica Burlew, reportando que el novio de su hija Jason Ash, había muerto. El Departamento de Policía de Glendale declaró que Burlew había utilizado un cable de luz para estrangular a Jason durante el acto sexual. Cuando Ash se había desmayado, Burlew confesó a los oficiales que lo había cortado con una navaja para despertarlo. Al no obtener respuesta, continuó cortándolo para aliviar su nivel de estrés, según los documentos presentados.
Jason Ash fue declarado muerto a las 5:45 p.m. Burlew declaró a los oficiales que ella y su pareja usualmente realizaban este tipo de prácticas antes de entrar de lleno a la actividad sexual.
Jessica Burlew intentó huír de la escena del crímen pero fue identificada por los vecinos y accedió a ir voluntariamente con la policía. Burlew admitió a cometer estrangulamiento consentual y a haber asesinado accidentalmente a su pareja.
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jorge.guevara@sandiegored.com