Houston (Texas), 15 ago (EFE).- Activistas y analistas políticos de Texas mantienen opiniones divididas sobre las posibilidades que tiene el gobernador del estado, Rick Perry, de llegar a convertirse en presidente de Estados Unidos.
Perry anunció el fin de semana su candidatura por el Partido Republicano para las elecciones de 2012, poniendo fin así a varios meses de especulaciones.
Y aunque mencionó que era el único gobernador de Texas, desde la Segunda Guerra Mundial, que ha logrado disminuir el gasto público y mejorar la economía del estado, algunos creen que los recortes y su posición frente a la inmigración ilegal podrían restarle votos, al menos dentro de la comunidad hispana.
Según Jaime Martínez, activista de San Antonio (Texas) y uno de los sobrevivientes del llamado Movimiento Campesino que lideró César Chávez, las posibilidades de Perry son débiles debido a su "inclinación antiinmigrante" y su falta de liderazgo en el sector educativo.
"En los últimos meses promovió una ley que prohibía a las ciudades santuario y hubo muchas divisiones y protestas. No creo que obtenga el voto latino para llegar a la Casa Blanca y sin ese apoyo no lo logrará", sostuvo Martínez a Efe.
"Los recortes a la educación son abismales, con cerca de 5.000 millones de dólares. Y si se está lanzando es porque tiene muchos intereses y afinidades con los propietarios de multinacionales que apoyan su campaña", agregó.
Este año Perry solicitó a los legisladores estatales una medida que hubiera acabado con las llamadas "ciudades santuario" al prohibir a los gobiernos municipales cualquier intento por impedir a sus fuerzas del orden cuestionar el estatus migratorio del detenido.
La medida, aunque fue aprobada por la Cámara de Representantes, no tuvo la misma suerte en el Senado.
Pero Juan Hernández, asesor político en las campañas presidenciales de Felipe Calderón en México y John McCain en EE.UU., cree que Perry podría "echarse al bolsillo" el voto hispano si logra el apoyo que recogió George W. Bush cuando se lanzó como candidato.
"Fue (Perry) el primer gobernador en la nación en pasar una ley tipo 'Dream Act' en que los residentes indocumentados pueden ir a la universidad. Eso mismo puede logra a nivel nacional si se lo propone", manifestó Hernández.
Gustavo Bujanda, analista político en Dallas (Texas), asegura que la candidatura del gobernador de Texas a la Casa Blanca puede ofrecer a la contienda la experiencia ejecutiva que el mandatario tiene como jefe de un estado y no como un miembro de un cuerpo legislativo.
"Perry podrá resaltar que durante su gestión el desempeño económico de Texas fue muy positivo. A eso hay que agregarle su popularidad entre las bases del Partido Republicano compuesta por los denominados conservadores sociales y el llamado 'Tea Party'", sostuvo.
"Geográficamente, su candidatura tiene atractivo en las regiones del sur, sureste y suroeste del país y su ingreso a la contienda electoral podría concluir con la fórmula Perry & (Mitt) Romney o viceversa, si se tiene en cuenta la viabilidad del liderazgo de ambos candidatos", añadió Bujanda.
El gobernador texano, de 61 años, cuenta con el 15 por ciento de apoyo electoral entre los votantes republicanos, según un promedio de encuestas recientes realizado por RealClearPolitics, detrás del que sería su principal rival, Romney, con un 20 por ciento.
De acuerdo con la Oficina del Censo, la población de Texas supera los 25 millones y de ese total el 37,6 por ciento o 9,4 millones son de origen latino (1,6 millones serían indocumentados, según otras fuentes).